Abril 15

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

SALMOS 42:11  NUESTRA ÚNICA Y VERDADERA ESPERANZA

“Lo que le produce la terrible desesperanza no es la persona que no cumple las expectativas que usted tiene. Tampoco si fracasan sus planes o las relaciones que ha desarrollado. Experimentamos desesperanza cuando esperamos lo que no debemos o no creemos ni practicamos los principios del Dios que nos dice que tiene planes buenos y no malos para darnos un futuro de esperanza.”

Quien nos ofrece la verdad, quien es en realidad Dios y quien realmente es omnisciente, omnipotente, y omnipresente no es el dios que nos enseñaron cuando éramos pequeños o el que se imagina un motivador que no conoce interpretación bíblica. Quien realmente es la única fuente de esperanza es el Dios revelado en la Biblia. Frente a los acontecimientos, demandas, desafíos y realidades de la vida podemos actuar y reaccionar basados en nuestra imaginación religiosa o mejor dicho según lo que nos diga el dios que nos imaginamos en vez del Dios que es revelado en la Biblia y que no puede ser entendido hasta donde Dios planificó que entendamos sin interpretar la Biblia correctamente. Con más frecuencia de la que quisiera, escucho a las personas contarme sobre los comportamientos que tienen y las reacciones que eligen frente a los problemas, y generalmente concluyo que actuaron emocional, instintiva y elementalmente. Sus acciones y reacciones muchas veces son producto de su imaginación porque no han entendido la revelación. Cada ser humano, sea un cristiano o no, tiene una imagen de Dios y de su omnipotencia, y lo más frecuente es que nuestras percepciones, imaginaciones e ideas de Dios, están equivocadas. Otras personas tienen una auténtica fe y creen en el Dios que nos reveló Jesucristo: el Dios de la Biblia, el verdadero y único Dios, pero como no han sido entrenados sistemáticamente por personas que interpretan la Biblia con sabiduría, a pesar de su sinceridad no tienen la imagen del Dios verdadero. Es que, por supuesto, no es fácil compaginar los males y calamidades de este mundo pecador y rebelde con la misericordia, la soberanía y la omnipotencia de Dios. Se requiere mucha fe y sabia instrucción bíblica para comprender lo que Dios espera y así juntar lo más que podemos nuestra inmensa pequeñez con la “profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios.

El Dios de la Biblia no es el robot cósmico que nos sirve manejados por nuestro control remoto. No es el Dios que siempre nos sana y que quita todos nuestros problemas, aunque nosotros los busquemos. Es un Dios soberano que todo lo que hace o no hace, es bueno y que a veces decide hacer milagros y siempre espera que vivamos santamente y que actuemos y respondamos frente a todos los acontecimientos de la vida, bíblicamente y con integridad y responsabilidad.

Nuestro Dios es realmente nuestra única esperanza cuando le obedecemos y le tratamos como el único Salvador y el único Señor.

Compromiso:

Señor, prometo poner mi esperanza solo en Tí y obedecerte solamente a Tí en toda circunstancia.

LECTURAS BÍBLICAS: Salmos 42:11, Romanos 15:13

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