Febrero 17

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

PROVERBIOS 13:20 SEÑOR: RESUELVO SEPARAR A QUIENES ESTORBEN Y UNIRME A QUIENES CONTRIBUYAN A MI PROGRESO

“Es un acto de sabiduría elegir relacionarnos con las personas que pueden contribuir a nuestro progreso y separarnos inteligentemente de quienes pueden perjudicar nuestro desarrollo personal.”

Si elegimos amigos con costumbres indebidas y practicantes de vicios solo porque nos agrada su compañía, o somos necios en la elección de ellos o realmente somos uno de ellos. Quien se rodea de personas negativas que le celebran la irresponsabilidad, que le acompañan para hacer lo indebido, que festejan sus pecados no podrá ser exitoso y dejará un terrible legado.

Para vivir esa vida de éxito que Dios quiere, existe otro deber que debemos cumplir:

El deber de separar las personas que pueden estorbar nuestro progreso, de las personas que pueden contribuir a nuestro desarrollo.

La Biblia dice: “Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” (Proverbios 13:20)

Si quiere que el éxito llegue a su vida, aprenda a rodearse de gente positiva y que tiene muchas metas en mente. Solo así será contagiado con ideas positivas.

Pablo ordena: “33 No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter.” (1Corintios 15:33)

No todas las personas son buenas, no todas las personas que desean estar cerca de nosotros son una influencia positiva en nuestras vidas. Algunos, aún sin quererlo, solo porque su estilo de vida es contrario a nuestra fe y valores, afectan nuestro código de ética y se constituyen en un obstáculo para lograr nuestras metas más importantes.  Debemos desarrollar la habilidad de reconocer y frenar las influencias negativas evitando esas amistades o alejándonos de ellas cuando por error o desconocimiento las hemos elegido.

Proverbios 18: 24 dice: “Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.”

No podemos abstraernos totalmente del mundo, pero sí de la mundanalidad y de quienes pueden influenciarnos. En esta sociedad tenemos relaciones nos son impuestas tales como los vecinos del barrio, compañeros de estudio o trabajo y familiares y por eso Jesús oro por nosotros con estas palabras: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” (Juan 17: 15)

Las relaciones que son impuestas debemos aceptarlas dentro de límites correctos y aprender a manejarlas de forma bíblica y respetuosa. Las que elegimos nosotros porque nos agradan, porque son simpáticas, debemos elegirlas bíblicamente, debemos cultivarlas inteligentemente y mantenerlas sabiamente porque los verdaderos amigos son esenciales y los malos amigos siempre serán perjudiciales.

Compromiso:

Señor, resuelvo que me esforzaré por prepararme bíblicamente para elegir mis amistades sabiamente.

LECTURAS BÍBLICAS: Proverbios 13:20; Proverbios 18: 24; Juan 17: 15; 1 Corintios 15:33

 

 

 

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