Febrero 3

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

ECLESIASTÉS 9:10 SEÑOR: RESUELVO CUMPLIR MIS ASIGNACIONES CON LA MEJOR CALIDAD

“Nuestro deber como cristianos maduros no solo es cumplir nuestras asignaciones con responsabilidad, sino también con calidad, con integridad y prudencia, debemos tener un compromiso con la excelencia.”

El trabajo es una parte muy importante en la vida de toda persona pues generalmente pasamos más tiempo trabajando que en casa, que con las familias o disfrutando de momentos de descanso y diversión. Nuestro deber es encontrar un balance entre la vida personal y profesional y como ser lo suficientemente sabios como para darle calidad a nuestra vida personal, la vida familiar y a nuestra vida laboral. Bíblicamente, todas nuestras asignaciones y responsabilidades no solo deben ser cumplidas, sino cumplidas con calidad.

-Cuarto: Es erróneo acostumbrar a realizar un buen esfuerzo para cumplir sus asignaciones, pero sin la calidad exigida.

El cristiano nunca debe ser mediocre, debe tener un compromiso con la excelencia. No debemos cumplir solo poniendo algo de esfuerzo, debemos cumplir con excelencia, con la mejor calidad. La persona que tienen un compromiso con la buena calidad hace todo esfuerzo por hacer lo que debe, cuando debe, en el tiempo que debe, de la forma que debe, con la excelencia que debe y la actitud que debe tener. Quienes aman la excelencia aprovechan cada involucramiento para dar lo mejor, cada oportunidad para pulir detalles, corregir errores, y experimentar la alegría de ver mejoras y un buen desarrollo en lo que se está haciendo.

Nuestro deber como cristianos que queremos vivir la vida de éxito y legado que Dios quiere que vivamos, es cumplir nuestras labores con excelencia, con calidad superior, con una excelente actitud que generalmente nos hace dignos de aprecio y estimación por la calidad de nuestro trabajo. Es erróneo realizar los mejores esfuerzos, pero sin la calidad necesaria.

Ser puntuales, ser responsables, elegir una buena actitud, saber trabajar con respeto y responsabilidad en equipo, aprender de otros más preparados que nosotros, tomar cursos para continuar la preparación, cumplir con sus compromisos, amar lo que hace y tener en orden sus prioridades son ingredientes esenciales de una vida que tiene un compromiso con la excelencia.

Solamente existen tres tipos de personas en este mundo:

Unos poquísimos que hacen que las cosas ocurran y hacen generalmente más de lo que les corresponde y por eso son exitosos. Existe un gran numero de personas que observan lo que ocurre en el mundo y hacen solo lo que creen que les corresponde y por eso son mediocres y existe una gran mayoría que no tienen idea lo que ocurre en el mundo y hacen menos de lo que les corresponde y por eso son fracasados.

¿Está usted cumpliendo sus responsabilidades con la calidad que su Señor exige? ¿Qué tipo de persona es usted?

Compromiso:

Señor, me comprometo a realizar mi mejor esfuerzo para dar la mejor calidad a mi trabajo y aprender a tener un compromiso con la excelencia.

LECTURAS BÍBLICAS: Eclesiastés 9:10; Colosenses 3:18-25

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