Junio 17
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Quincuagésima semana: jóvenes cristianos fieles en un mundo hostil.
FILIPENSES 2: 5-11 DEMUESTRE SU SABIDURÍA: ELIJA UNA BUENA ACTITUD
“Dos males nunca hacen un bien y los jóvenes cristianos que están siendo perseguidos, ridiculizados, por su fe y sus valores morales, cuando es esencial, deben aprender a confrontar sabiamente y mantener una buena actitud siempre.”
No importa cuán bien vivamos, cuánto demos o a cuánto mal estemos expuestos en el mundo, mientras estemos siguiendo con sinceridad a Jesucristo seguramente sufriremos persecución. Jesucristo y los apóstoles nos anticiparon que seríamos perseguidos por nuestra fe y que Dios no nos dejaría solos, que el Espíritu Santo nos recordará lo que debemos decir y para lo cual nos hemos preparado y que somos participes de los sufrimientos de Cristo y bendecidos cuando nos persiguen por hacer el bien.
En las escuelas secundarias y aun en las primarias, pero con toda seguridad en los campos universitarios, los jóvenes cristianos serán perseguidos porque serán la mayoría los profesores humanistas, ateos y marxistas que tienen como meta destruir toda idea de Dios y de la moral bíblica. Los jóvenes cristianos siempre serán minoría y deben reaccionar sabiamente.
La forma en que reaccionamos ante los injustos revela que tenemos el carácter de Cristo. Para que como justos sigamos siendo justos ante el trato injusto, debemos elegir la actitud de Cristo quien decidió humillarse y sufrir la muerte. Debemos ser justos cuando otros son injustos. Siempre debemos dejar que nuestra luz brille frente a los actos impíos, la herejía y las acciones blasfemas que nos rodean. Debemos permanecer santos, separados y santificados por Dios y que nuestras palabras, actitudes y comportamientos demuestren nuestra santidad.
Pero ser santos no significa que permitamos el insulto y el agravio, y debemos ser mansos pero no mensos. Cuando se trata de confrontar debemos hacerlo con sabiduría, no debemos involucrarnos en discusiones sin sentido, mucho menos con los profesores. Debemos cumplir con nuestras obligaciones en nuestros estudios o lugares de trabajo, exigir el mismo respeto que nosotros tenemos por los demás y siempre elegir la actitud correcta.
La actitud es una elección que hacemos y a través de ella vemos la vida. La vida se ve de acuerdo con el color del cristal con que se mire y la actitud cumple esa función. De nuestra actitud elegida depende la manera como responderemos a la vida, como responderemos a como es la gente y lo que hace la gente. De esa actitud depende como enfrentamos las circunstancias, las promociones y las demociones lo que nos hacen y como nos tratan. Porque podemos, Pablo ordena que tengamos la misma actitud que tuvo Cristo. La expresión de su cara, la forma como habla, como responde, como confronta y como se aleja o se acerca de las personas depende de la actitud que escoja en la vida. Debe elegir una buena actitud al estar presionado por ideas distintas, al ver comportamientos pecaminosos a su alrededor, al tener que relacionarse con estilos de vida que no acepta y al ser jefe o empleado de alguien que no encaja en sus valores.
Compromiso:
Señor, me comprometo a confrontar con sabiduría los ataques de los enemigos cuando es esencial, callar cuando es bíblico y elegir siempre la misma actitud de Cristo.
LECTURAS BÍBLICAS: Filipenses 2: 5-11, 1 Pedro 4: 12-16,
Antonio Alvarez