Junio 15
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Cuadragésima novena semana: la responsabilidad de practicar la fe.
ÉXODO 20:14 SEA FIEL, NO ADÚLTERO
“Pese a que hoy es más fácil ser infiel que fiel, los hijos de Dios no tenemos opción, debemos ser fieles y vivir en santidad pese a la presión de la inmoralidad y la legalización del pecado que realizan los humanistas. comunistas, progresistas de todo partido y los liberales morales de la sociedad.”
Se ha preguntado: “¿Dónde quedó la honradez y la fidelidad? Ser fieles a la moral bíblica es una locura para quienes no creen en la virginidad hasta el matrimonio y promueven la fornicación, y no creen en que Dios determinó que haya solo dos sexos y que no exista sexo a elección.
La verdad es que la crisis en el carácter y el desprecio por la honradez, la integridad y la fidelidad no se circunscribe a la política porque también se extiende al matrimonio. La infidelidad matrimonial azota al mundo como si fuera incendio forestal y en su camino va dejando novias embarazadas dispuestas a abortar, y cónyuges que siguen sus pasiones y están dispuestos a adulterar.
Cuando los cónyuges se engañan unos a otros, y las personas se mienten unas a otras, la moralidad de la nación es reemplazada por la corrupción.
Jesucristo ordenó que en la vida matrimonial del cristiano siempre debe existir absoluta fidelidad y en todas las relaciones personales absoluta veracidad. No podemos tener familias sanas ni matrimonios saludables si amamos la mentira, el engaño y la infidelidad.
A diferencia de la mayoría de los predicadores que andan despacito alrededor de los pecados explosivos y que tienen miedo de condenar la inmoralidad en la sociedad, Jesús habla directamente y con palabras que no pueden ser mal interpretadas. Jesús ordenó: “Habéis oído que se dijo: “NO COMETERAS ADULTERIO.” Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.”
En estos versículos Jesús desnuda el alma del séptimo mandamiento revelando que la fuente del pecado es el corazón humano y no solo condenó el acto sexual fuera del matrimonio sino aun la lujuria sin freno que nos lleva a actos de inmoralidad. Jesús no está apoyando el victorianismo, que dice que las relaciones sexuales son vergonzosas y tampoco el hedonismo, que fomenta una filosofía de que hay que satisfacer todos nuestros deseos sensuales.
Jesús revela que es pecado cuando establecemos un sistema de codicia sexual mediante pornografía, cuando la codicia es producto de los apasionados besos y caricias de los novios, o cuando seguimos mirando y pensando en otra persona al punto de codiciarla en el corazón.
Pero la verdad es que el intruso insidioso en la relación matrimonial no es la persona seductora fuera de casa; es la lujuria que hay en el corazón del cónyuge, es el deseo de satisfacer pasiones fuera de la relación matrimonial, en el noviazgo, en relaciones con prostitutas o relaciones homosexuales.
En Mateo 5:19-20 no está diciendo que debemos sacarnos literalmente nuestros ojos, sino que la lujuria se abre camino a nuestro corazón por el ojo y por eso debemos detenerla en la misma puerta y no elegir la inmoralidad aun en nuestra mente.
Compromiso:
Señor, me comprometo a identificar todo acto de lujuria o pensamiento lujurioso, con tu ayuda hacer todo esfuerzo para evitarlo o buscar ayuda profesional si solo no puedo hacerlo.
LECTURAS BÍBLICAS: Éxodo 20:14, Mateo 5:27-28, Marcos 7:14-23
Antonio Alvarez