Enero 12

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Vigésima séptima semana: resoluciones bíblicas de discípulos obedientes.

MATEO 6:19-24  SEÑOR: RESUELVO QUE TÚ Y TU REINO SERÁN MI ÚNICO TESORO

“Si nuestro tesoro es la fama, la fortuna, el poder o el placer o una mezcla de ellos, allí estará incrustado nuestro corazón y solo hacemos tesoros en la tierra. Si nuestro tesoro es Dios y sus principios y los vivimos, estamos haciendo tesoros en el cielo.”

Jesús habló de la tentación que enfrentamos todos los creyentes al ser estimulados a acomodarnos al sistema de pensamiento de este mundo con respecto a los tesoros, a nuestros bienes en la tierra. Dios no quiere que enfoquemos en lo que perecerá sino en lo eterno. Como tendemos a enfocar en los valores materiales, también tendemos a ignorar los valores espirituales que hacen que una persona tenga éxito a los ojos de Dios independientemente de las posesiones que tenga o no tenga. Como tendemos a ver el éxito como la abundancia de poder, fama y fortuna, tendemos a querer traspasar eso a nuestra descendencia, pero mi meta es que sea que usted desee ser rico y trabaje para serlo, o no lo sea, sí deseo que trabaje para ser rico espiritualmente y su meta sea traspasar una herencia espiritual, no solo material.

Esta es la orden de Jesús: 9 No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. 20 Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. 21 Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.”

Hacemos tesoros en el cielo cuando seguimos la doctrina y moral divina, cuando amamos a Dios por sobre todas las cosas, nos amamos a nosotros mismos como Dios nos ama, y amamos a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Hacer tesoro en el cielo no es solo juntar dinero y vivir bien, es también poner su interés. Es tener como un tesoro la educación cristiana, su servicio de amor, su estudio de la verdad, su inversión de tiempo y económica en obligaciones de una congregación que tiene un liderazgo que ama a Dios y entrena a su gente, que evangeliza, que ayuda a los necesitados, etc.  Es amar tanto a Dios que vivimos para Él, trabajamos, ahorramos, invertimos, ofrendamos, con alegría y sabiduría.

Hacer tesoros en el cielo es cumplir obedientemente las ordenes divinas, incluyendo la orden de no olvidarnos de invertir en los necesitados, la predicación de la verdad y su defensa. Cuando cumplimos esos propósitos, estamos obedeciendo, estamos enfocados en el Reino de los cielos, y estamos haciendo tesoro en el cielo y por ser ese nuestro tesoro, allí está nuestro corazón y no vivimos molestos sino alegres cumpliendo nuestras obligaciones del Reino.

Compromiso:

Señor, me comprometo que Tú y tu reino serán mi más importante tesoro y allí enfocaré mi vida.

LECTURA BÍBLICA: Mateo 6: 19-24

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