Enero 2

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Vigésima sexta semana: navidad a la cristiana, una receta tomada de la Biblia.

MARCOS 14:32-35   SEÑOR: AYÚDAME EN MIS GETSEMANÍES

“Nuestra más grande batalla en el nuevo año la libraremos en todo momento, cuando seamos tentados a ignorar la voluntad de Dios y por nuestro dolor o sentimientos, hacer lo que queremos a pesar de lo que Dios ordena.”

¿Recuerda el duro momento que el Maestro vivió en el jardín del Getsemaní?, el Maestro “comenzó a afligirse y angustiarse profundamente.” Este era un momento muy doloroso, muy difícil y note lo que Él dice:  “Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte… En su humanidad experimentaba un dolor casi insoportable y por ello, “35 Se adelantó un poco más y cayó en tierra. Pidió en oración que, si fuera posible, pasara de él la horrible hora que le esperaba. 36 «Abba, Padre—clamó—, todo es posible para ti. Te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía.”.

En su Getsemaní, el Maestro le pide al Padre que, si era posible evitar el sufrimiento que venía, eso Él prefería. Era difícil para Él encontrarse frente a la encrucijada y tener que decidir si hacer su voluntad de acuerdo con sus sentimientos o la voluntad divina pese a su sufrimiento.

Ese fue el Getsemaní de nuestro Maestro y así serán nuestros muchos getsemaníes en todo el año. Frente a cada decisión tendremos la oportunidad de hacer nuestra voluntad o la difícil voluntad divina.

Pensando en nuestros getsemaníes hice el siguiente poema y deseo que esa sea su oración al enfrentar los desafíos del nuevo año:

“En esta vida desearía que todo marche bien.  Yo siempre quisiera saber lo que sabiamente debo hacer.  Y en mis encrucijadas y mi confusión, quisiera tener siempre sabiduría para elegir una sabia dirección.  Pero hay momentos en que confusos, sin control, es tan difícil continuar, que somos tentados a renunciar.  Señor, te necesito, Señor guía mi vida, sin Tí me acabaría, sin Tí me moriría.  Mi Jesucristo, mi guía y dirección.  Jesús, amigo fiel, en Tí yo confiaré pues, aunque la vida presente encrucijadas, a ninguna persona dejas abandonada.  Señor te necesito, Señor te pido que siempre seas mi guía y dirección.  Jesús, mi amigo fiel, yo confío en tu protección.  Quiero que en este nuevo año realmente seas mi Rey y mi Señor.  En todas mis encrucijadas, Tú se mi norte, mi mapa, mi consejo y mi gran conductor.

Compromiso:

Señor, sé que enfrentaré getsemaníes y allí mi gran lucha será si sigo mis sentimientos para evitar sufrimientos o sigo tu voluntad alegremente y con fidelidad. Prometo luchar por imitarte y sujetarme a la voluntad de nuestro padre.

LECTURA BÍBLICA: Marcos 14:32-35

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