Noviembre 7

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décimo octava semana: el cristiano y la ética que debe practicar.

1 TIMOTEO 6:3-5   LA OBLIGACIÓN DE CONOCER BÍBLICAMENTE LA ÉTICA DEL NUEVO REINO, VIVIRLA, ENSEÑARLA Y DEFENDERLA.

 “La ética cristiana no es un curso que debe ser tomado para obtener más información. Es la revelación de la voluntad divina para la vida de todo cristiano y por ello, tenemos la obligación de conocerla, practicarla, enseñarla y defenderla.”

Pablo ordena a todos los ministros que enseñen la sana doctrina, es decir, la doctrina y moral que resulte de una interpretación sabia de las escrituras. Nuestra obligación como líderes es enseñar la sana doctrina, la moralidad absoluta, la ética bíblica y observe la seria advertencia de Pablo: “ Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, discusiones necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales.” (1 Timoteo 6:3-5)

Nuestro Dios demanda que nos sujetemos a la ética del Reino, que todos sus hijos amemos la verdad, rechacemos toda religión y doctrina que no sea el cristianismo. Que desechemos las mentiras de la filosofía humanista, así como el machismo, el feminismo, el ateísmo, el comunismo, el liberalismo moral, y toda manifestación de la moralidad relativa.

Pablo nos obliga a ser cuidadosos y conocer, vivir, enseñar y defender nuestra fe con estas palabras:

"Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!” (2 Timoteo 3:1-5)

Y la orden de Judas es aun más específica cuando escribe: “que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos, 4 porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Dios, el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 1: 3 y 4)

Compromiso:

Señor, me comprometo a conocer la ética del Reino, vivirla, enseñarla y en vez de discutir con mis hermanos en la fe por asuntos irrelevantes, defender la fe atacada por los enemigos de ella.

 

LECTURAS BÍBLICAS: 1 Timoteo 6:3-5, 2 Timoteo 3:1-5, Judas 1: 3 y 4

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