Septiembre 26
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Décimo segunda semana: la comunicación en la relación matrimonial.
EFESIOS 4:25 LA COMUNICACIÓN: VERDADES QUE DEBEN SER CONOCIDAS
“Todos sabemos cómo comunicar lo que queremos y nunca dejamos de comunicarnos pues aún con el silencio entregamos mensajes entendibles. Nuestra obligación es utilizar los medios de comunicación para desarrollar la más grande empatía y poder actuar y reaccionar basados en principios y buena información.”
Cuando una pareja decide casarse desea desarrollar una relación sana que le produzca alegría. Ambos cónyuges desean ser felices y desarrollar proyectos en común, pero esta empresa en común demanda no sólo convivencia y sino también un alto nivel de comunicación sabia y respetuosa. Aparentemente la relación amorosa hace posible una comunicación de nivel profundo, pero no es verdad pues personas tan diferentes y que han aprendido una forma diferente de relacionarse se enfrentan al gran desafío de comunicar sus gustos, ideas, pensamientos y planes que generalmente no coinciden. El amor que los cónyuges experimentan no permite la comunicación abierta, sincera, correcta y apropiada y por ello es fundamental que los cónyuges aprendan a comunicarse de la forma que edifica la relación para evitar su destrucción.
Para prepararse para una buena comunicación ambos cónyuges deben mantener en mente las siguientes verdades:
-Nunca dejamos de comunicarnos por lo tanto debemos ser sabios para comunicar con sinceridad lo que realmente sentimos y pensamos y nunca utilizar métodos erróneos.
-Siempre estamos comunicando no solo por medio de nuestras palabras sino también utilizado la comunicación no verbal y muchas veces lo que decimos con palabras lo borramos con nuestro comportamiento.
-La falta de sabiduría en la comunicación de una verdad entrega un mensaje diferente al que realmente queremos comunicar y produce un rechazo innecesario.
-Los cónyuges que evitan comunicar con sabiduría los mensajes esenciales y urgentes por temor o irresponsabilidad pueden acumular enojo y experimentar un estado de molestia permanente.
-La entrega de los mensajes que tenemos y la recepción y comprensión de los mensajes que nos entrega no es sencilla ni fácil, pero es indispensable desarrollar sabiamente la capacidad de hablar y escuchar efectivamente.
-La comunicación sabia tal como Dios la exige es un arte que debe ser aprendido y no una habilidad que automáticamente adquirimos.
No es sabio desconocer el poder que tienen el comportamiento verbal y no verbal especialmente cuando discutimos. La falta de comunicación verbal conducirá a la comunicación no verbal y esta la realizamos por medio de muecas, gestos, miradas, alejamiento, silencio, ademanes que comunican, aunque no queramos y que afectarán al cónyuge, aunque no lo deseemos.
Compromiso:
Señor, me comprometo a hacer todo esfuerzo por comunicar con palabras, actitudes y comportamientos sabios para evitar comunicar lo que no quiero o evitar ser mal entendido.
LECTURAS BÍBLICAS: Efesios 4:25 y 29