Septiembre 11

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décima semana: Dios, usted y la familia.

PROVERBIOS 24:3-4  DIOS Y SUS PRINCIPIOS: EL FUNDAMENTO MÁS IMPORTANTE DE SU MATRIMONIO.

“Cometemos un error fatal cuando desarrollamos la relación matrimonial basados en pensamientos mundanos o en nuestras ideas personales. Para que el matrimonio funcione bíblicamente, debe fundamentarse en los mandamientos y principios divinos, exclusivamente.”

Cristo enseñó que el hombre sabio construyó su vida sobre la roca de los principios y mandamientos divinos mientras que el hombre necio sobre la débil arena de los sistemas de pensamientos humanos. Cristo ordena que construyamos la relación matrimonial siguiendo los mandatos divinos pues es el diseño de Dios y en Proverbios 24 versículos 3 y 4 se nos describe los materiales que debe usar el constructor sabio cuando dice: "Con sabiduría se edificará la casa y con prudencia se afirmará y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.”

La responsabilidad de cada cónyuge es edificar sabiamente su relación matrimonial, aunque el otro cónyuge decida no hacerlo.  Para edificar, debe obtener la sabiduría divina mediante el conocimiento y la aplicación de los principios bíblicos. Para afirmar su relación debe desarrollar el discernimiento y para llenar su hogar de amor y respeto, debe obtener la ciencia que le permite investigar para comprender la causa de los problemas y encontrar solución.

No hay duda, que caerán fuertes lluvias y grandes tormentas intentarán destruir toda relación matrimonial. Somos seres pecadores y las fallas y los pecados afectarán nuestra relación. Las dificultades, los desacuerdos, la violencia, los insultos, el adulterio y todo pecado puede afectar a los cristianos y, además, los desafíos de vivir con una persona diferente, de llegar a acuerdos y criar en unidad a los hijos, pese a sus opiniones distintas, sólo pueden ser superados con acuerdos realmente bíblicos.

La tormenta de los problemas económicos o la falta de trabajo nos azotarán y debemos tener buen cimiento. Necesitamos sabiduría, prudencia y ciencia para enfrentar los problemas que producen las diferencias pues Dios no nos hizo diferentes para destruirnos insensiblemente, sino para ayudarnos mutuamente.

El mundo fundamenta la relación matrimonial en conceptos muy distintos de lo que Dios nos enseña en su Palabra, pero los cristianos no tenemos otra opción. Nuestra obligación es conocer la Biblia y desprender de ella las verdades, los mandamientos, los principios y la moralidad que Dios exige para que sean el fundamento de la relación matrimonial.

Compromiso:

Señor, comprendo que mi única opción es tener un matrimonio bien fundamentado sobre principios bíblicos. Me comprometo a estudiarlos y aplicarlos para que tu Palabra y no nuestras ideas ni el sistema de pensamiento mundanal sea el fundamento de nuestra relación matrimonial.

LECTURA BÍBLICA: Proverbios 24:3-4

 

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