Agosto 1
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Cuarta semana: usted y su Biblia.
2 PEDRO 1:19-21 ¿ESTÁ USTED REALMENTE OBTENIENDO LA VERDAD TAL COMO HA SIDO REVELADA?
“La Biblia, Jesucristo, los apóstoles y el Espíritu Santo certifican que la Biblia es realmente Palabra inerrante de Dios y por lo tanto, debe ser la única regla de fe y conducta. Pero nadie puede ajustar su vida a las exigencias por Dios realizadas si no obtiene fielmente las verdades que en la Biblia han sido reveladas.”
Cristo demanda que los cristianos vivamos en santidad separados de la maldad. Para poder hacerlo, los hijos de Dios deben depender de la verdad revelada, no de la verdad imaginada o erróneamente interpretada. Nuestro deber es asegurarnos que estamos obteniendo la verdad y no nuestra idea de la verdad o la idea de verdad de alguien que es un buen motivador pero un mal intérprete de la revelación. Para obtener la verdad real estos principios deben ser parte de sus creencias:
-Debido a que la Biblia es palabra inspirada por Dios y existe sólo una verdad objetiva, no deben existir interpretaciones humanas que pese a sus buenas intenciones nos muevan a obtener conclusiones subjetivas. (2 Pedro 1:19-21)
-Debido a que la Biblia misma enseña que toda la Escritura es inspirada y cumple su propósito efectivamente cuando se respeta la revelación celosamente, es nuestro deber asegurarnos que entendemos la revelación entregada y no la idea por nosotros comprendida. (2 Timoteo 3:16-17)
-Debido a que la Biblia nos entrega verdades objetivas debemos ser diligentes en el estudio para obtener el significado correcto pues el descuido en la investigación y dedicación puede producir una mala interpretación. (2 Timoteo 2:15)
-Debido a que la Biblia nos enseña de sí misma que debido a que hay cosas difíciles de entender, tenemos la obligación de estudiar con precisión la verdad objetiva pues proteger el significado correcto no debe ser una opción sino nuestra obligación. (2 Pedro3:16)
Recuerde que su obligación es obtener lo que Dios ha revelado, no lo que usted después de leerla se ha imaginado.
“En la Biblia no existe un mensaje para cada persona que depende de su limitado entendimiento e idea de aplicación, sino solo un mensaje ordenado por Dios y que transciende los tiempos, las culturas y las ideas personales y que solo la obtiene quien está preparado para realizar una buena interpretación.”