Julio 9
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
EFESIOS 5:21-23 MI CÓNYUGE Y YO: “Después de Dios, mi cónyuge será la persona más importante de mi vida.”
“Para todos los casados, después de Dios, la persona más importante del mundo debe ser su cónyuge. Debe determinar que lo demostrará en todo momento por medio de las palabras que usa, la actitud que elige y en todos sus comportamientos.”
¿Es su cónyuge la persona más importante en este mundo? Si yo preguntara, no a usted sino a su cónyuge, ¿diría el/ella que en público y privado usted le hace sentir la persona más importante del mundo? O mejor: De acuerdo a la Palabra de Dios, ¿es su cónyuge después de Dios la persona más importante de su vida?. Pablo ordena: “cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.” (Efesios 5:33)
Enemigos de la relación conyugal saludable
Existen tres enemigos que luchan por impedirnos ser el cónyuge que Dios manda y ubicar a nuestro cónyuge en el lugar que Dios exige:
El primer enemigo es satanás que nos incita al pecado, el segundo es la filosofía mundanal que acepta y promueve estilos de matrimonios pecaminosos y el divorcio fácil, y el tercer enemigo es nuestra propia naturaleza pecaminosa que motiva nuestro orgullo y egoísmo que impiden la relación saludable.
Pasos esenciales para tener una relación matrimonial saludable
Para poner a nuestro cónyuge en el lugar que Dios exige debemos:
-Primero: Tomar la decisión que Dios y sus principios serán el fundamento de nuestra relación conyugal.
-Segundo: Elegir entrenarnos para conocer las demandas divinas para la vida matrimonial.
-Tercero: Llegar a acuerdos sobre todos los aspectos de la relación matrimonial.
Finalmente, determinen que respetarán todos los acuerdos, que se auto evaluarán periódicamente y que tendrán la libertad de evaluarse mutuamente con respeto y objetivamente para determinar si cumplen con los acuerdos elegidos.
Ni sus padres, ni sus amigos, tampoco sus hijos pueden ser más importantes en su relación matrimonial porque después de Dios la persona más importante debe ser su cónyuge.
“Dios no demanda que tengamos una relación perfecta. Ordena que después de Él, la persona más importante sea nuestro cónyuge para que con amor, respeto y santidad vivamos en unidad.”
Lectura bíblica: Efesios 5:21-23