“La diversidad, equidad e inclusividad del marxismo cultural es una idea anticristiana”

El “Wokismo” movimiento estadounidense que describe un “avivamiento” para que los oprimidos se levanten contra los opresores del pasado y del presente, es antimoral cristiana.

Es un avivamiento, pero satánico y es la idea marxista de lavar el cerebro que conduce a la fanatización de las personas y al activismo que ha promovido acciones vandálicas, destrucción de efigies o monumentos de exploradores, padres de las patrias, militares, misioneros o intelectuales y aun la destrucción de empresas que no se unen a su movimiento o no los apoyan económicamente. Ingenuamente buenos ciudadanos se unieron a lo que llamaron “levantamientos sociales” creyendo que era el clamor de los que buscaban justicia, pero más bien eran organizados por organizaciones marxistas. La ingenuidad o necedad de los chilenos los llevó a elegir a un activista, un “mesías” como su presidente para que traiga justicia social y prosperidad económica, y lo que ha traído es la peor presidencia de nuestra existencia como país, récord que disputa con otro marxista, Salvador Allende.  

Los progresistas marxistas crearon otra idea, DEI que significa: Diversidad, Equidad e inclusividad; y según ellos es para crear un entorno diverso, equitativo e inclusivo donde se respete a cada empleado y sus singularidades, es decir, su elección sexual, su raza, etc. Suena lindo, porque dicen querer una fuerza estudiantil, empresarial y laboral más diversa, equitativa e inclusiva. Pero el DEI es una forma de marxismo cultural que exige a las empresas la contratación, capacitación, ascensos, etc. basado en sexo, raza, etnias, minorías, elecciones sexuales por sobre los méritos, la capacidad e integridad de las personas. Sigue siendo la utopía marxista de tener una sociedad igualitaria para que “oprimidos” y “opresores” tengan lo mismo. Esta idea está unida a la interseccionalidad que dice mujeres, negros, latinos en Estados Unidos, homosexuales, transexuales, etc. son los más oprimidos por el opresor hombre por ser hombre, blanco por ser blanco, heterosexual por ser heterosexual y cristiano por creer en un Dios machista, discriminador y anticuado. Entonces, creen que la mujer, los negros, los indígenas, los latinos en Estados Unidos, los homosexuales, bisexuales, asexuales, transexuales, son minorías oprimidas, y deben tener ciertos beneficios especiales o ciertas preferencias en sus contrataciones, capacitaciones y ascensos en todas las empresas estatales y privadas. Hoy los candidatos izquierdistas de los Estados Unidos quieren mostrar su amor por los homosexuales, abortistas, transexuales, negros, latinos para que voten por ellos, en vez de presentar sus planes económicos. Y en la práctica tienen un gobierno que prefiere la diversidad, la equidad y la inclusividad por sobre los méritos, talentos, integridad y capacidad de las personas. 

Estas ideas son totalmente anticristianas. La Biblia dice: “¿Cómo pueden afirmar que tienen fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo si favorecen más a algunas personas que a otras? (Santiago 2:1). Todos fuimos creados a la imagen de Dios (Génesis 1:26-27), todos somos iguales ante ley, nadie debe ser discriminado, debe existir igualdad de oportunidad no de resultados, contrataciones por méritos y valores, y recordar que somos una raza, la raza humana.

Este concepto niega la responsabilidad personal, fomenta la parcialidad y quiere que el marxismo sea aceptable para la iglesia. La Biblia condena estas ideas, aunque sean la voz de la cultura.  Ninguna empresa cristiana, o congregación debería querer incluir ninguna parte de las ideologías izquierdistas. Ni siquiera utilizar pronombre como “Elles” porque esta ideología está podrida, desde la raíz hasta el fruto y tratar de incluirla es como tratar de beber un poco de veneno. Recuerde, “un poco de levadura, leuda toda la masa.” 

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *