Los izquierdistas y la libertad de expresión solo para ellos.
“Los conferencistas conservadores, especialmente los que enseñamos fundamentados en valores bíblicos amamos la libertad de expresión, pero a pesar de ello somos perseguidos por quienes dicen amar la libertad de expresarse.”
A las nuevas generaciones les están enseñando libertad de su expresión, pero no de la expresión de ideas opuestas a las que ellos aman. Ellos representan una amenaza tanto para el pluralismo como para la democracia misma. En Europa, la censura “basada en la sensibilidad” intenta prohibir todo lo que los estudiantes consideren odioso o hiriente, e incluso intentan prohibir las críticas al Islam, aunque expresen odio por el cristianismo. La diferencia es que tienen miedo porque el islam promueve violencia y el cristianismo guarda silencio.
Si usted ha observado las noticias se ha dado cuenta que en las universidades se enseña lo que llaman microagresiones, es decir, cualquier declaración que pueda ser interpretada como racialmente insensible, clasista, sexista o que sea políticamente incorrecta. Le enseñan a los jóvenes a sentirse ofendidos por lo que otro cree, publica o dice pero no por lo que ellos creen, publican o dicen. Esto lo vemos con claridad hoy en las universidades en la que miles de musulmanes acompañados de personas con mentalidad marxista, humanista cantan y desarrollan slogans que promueven la desaparición de Israel del mapa. En todo lugar cantan que deben destruir a la ramera, es decir, Israel y a la madre de la ramera, es decir, los Estados Unidos. La meta de los de Hamas, Hezbolla, Irán y otros movimientos y naciones musulmanas no es la guerra, es la desaparición del mapa de Israel y los Estados Unidos. Los directivos de universidades como Harvard creen que no existe libertad para expresar desacuerdo con el homosexualismo, gritar slogan contra el aborto, pero no creen que tienen libertad para expresar el odio y la destrucción de los judíos. Por eso un solo millonario judío decidió no dar los 100 millones de dólares que daba para la educación en Harvard y por la presión de conservadores, donantes y la prensa conservadora, ha tenido que renunciar su directora.
El año pasado muy pocos conservadores fueron invitados a dar discursos de graduación en las universidades y a algunos no los dejan hablar, pero decenas liberales morales fueron invitados.
Los códigos de expresión altamente restrictivos para los conservadores son ahora la norma en los campus universitarios, no la excepción.
Nuestra sociedad necesita franqueza y libertad de expresión de todos, no libertad de opresión a los que no piensan como uno. El hijito de un miembro de nuestra congregación online de la ciudad de Austin llegó a su casa con una bandera del orgullo gay, la madre fue a cuestionar a la profesora y a la directora por qué lo habían hecho. La respuesta fue que el gobierno y el sistema de educación les autorizaba. Cuando la madre les dijo si le permitían a ella un día enseñar la Biblia a los niños le dijeron que el gobierno y el sistema de educación no lo permitía.
“Los izquierdistas exigen y usan la libertad de expresión y pueden enseñar en las escuelas a todos los niños sus teorías e ideologías ¿Por qué no nos dejan enseñar a todos los niños nuestros valores? sencillo, porque para lo que ellos creen exigen libertad de expresión y para nosotros practican la libertad de opresión.”