Mayo 23

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

EFESIOS 4:11-15  CONVIRTIÉNDOSE EN PERSONAS MADURAS

“Los hijos llegan a este mundo como salvajes y no saben nada de nada. La labor de los padres es entrenarlos para la vida, lamentablemente no todos lo hacen. Sea que hayan sido o no amados y entrenados, Dios permite que todo hijo tenga a su disposición el conocimiento y las herramientas para convertirse en una persona madura.”

Seria ideal que todos los padres cumplieran su función de entrenadores, pero mucho no lo hacen y así dejan a sus hijos sin esperanza de convertirse en personas maduras. Pero Dios que es grande en misericordia ofrece medios para que todo hijo se convierta en una persona madura.

El hijo desde su nacimiento debe ser criado sabiamente para que tenga amor por Dios y amor por la palabra de Dios pues ella revela los principios que al ser aplicados transformarán sus vidas y le permitirán vivir una vida saludable y madura. Los padres deben enseñarles a amar a Dios y su verdad y entrenarles con palabras, actitudes y comportamiento para que los hijos busquen la dirección y sabiduría divinas para tener la posibilidad de vivir una vida basada en principios de alta moralidad.

Convertirse en un hijo conforme al diseño divino no es sencillo ni ocurre en forma automática. Que las hijas se convierten en mujeres maduras, femeninas, en madres amorosas y mujeres de valor y dignidad exige que los padres conozcan y modelen los valores cristianos que la Biblia nos entrega. Que los hijos se conviertan en varones, respetables, responsables, masculinos y amorosos es una tarea difícil y que demanda mucho conocimiento y paciencia. Hoy más que nunca necesitamos que los hijos se conviertan en hombres con mentes claras, y que no solo tengan conocimiento, sino que sean sabios. Hoy necesitamos hombres y mujeres con corazones amorosos. Necesitamos hombres y mujeres con una fe genuina, con una actitud positiva, con una determinación a vivir con integridad y dispuestos a sacrificarse.

El deseo de tener hombres masculinos, íntegros, responsables amantes de su familia y visionarios es hermoso pero la verdad es que cumplir con esa misión demanda mucho conocimiento y sacrificio. Lo maravilloso es que Dios ha determinado que proveerá de todos los recursos para que esos hijos tengan la posibilidad de elegir ser los hombres y las mujeres que se necesitan y que Dios demanda. Los padres somos los responsables de criar a hijos para que se conviertan en personas maduras; sin embargo, si es que los padres no cumplieron su rol con eficiencia y responsabilidad, Dios ha dejado todos los recursos en su Palabra para que los hijos utilicen la fe y la ética bíblica para convertirse en personas que viven vidas fructíferas y realizadas.

Dios sería injusto si la felicidad, la realización y el éxito de los hijos dependiera solo de cuan sabios han sido sus padres y que al ser criados por padres disfuncionales o irresponsables ellos estén condenados a vivir la vida que les enseñaron. Dios es justo y ha dejado al Salvador que permite una nueva vida y la ética bíblica que al ser practicada permite a todos vivir una vida fructífera y realizada.

Compromiso:

Señor, me comprometo a seguir todos los pasos bíblicos para no solo convertirme en una persona madura sino a guiar a mis hijos para que alcancen la madurez.

LECTURA BÍBLICA: Efesios 4:11-15

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