Mayo 22

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

1 TIMOTEO 5:8  EL DEBER DE PROVEER Y SERVIR

“Dios ha determinado que los padres provean para las necesidades integrales de sus hijos, es decir, las necesidades físicas, emocionales y espirituales, y además, que imiten el ejemplo de su Maestro que vino para servir y no para ser servido.”

Fue nuestro Señor Jesucristo quien creó todas las cosas, incluyendo el hombre, la mujer y el matrimonio y Él es quien decidió cómo debe funcionar la vida familiar. Su ejemplo de liderazgo es maravilloso y debe ser imitado por todos los que quieren ser padres conforme al modelo de Cristo.

El padre es un líder que no solo debe liderar con autoridad sino también servir con respeto y responsabilidad. El hombre que no sirve diligentemente en su vida familiar no sirve para cumplir su rol en la familia. El padre debe ser una sabia autoridad y nunca debe elegir una posición autoritaria en la que prefiere dar órdenes y ser servido en vez de servir y con autoridad enseñar y exigir servir.

Tenemos el deber de imitar el ejemplo de Cristo quien es nuestro Señor, quien es Dios y quien vino a este mundo a servir. Jesucristo dijo “no he venido a ser servido sino a servir y a dar mi vida en rescate de otros.” Ese es el ejemplo que debe ser imitado pues la autoridad no elimina la obligación de servir y el servicio debe ser realizado con alegría y solicitud. Nuestro deber es servir imitando el servicio que Cristo otorgó y enseñar a nuestros hijos que aprendan a servir imitando nuestro sabio ejemplo.

Dios no designó al hombre para que sea un donante de ADN y solo traiga hijos al mundo. Dios encargó al hombre una de las misiones más importantes para el buen desarrollo de la humanidad. El hombre debe ser un entrenador bíblico de sus hijos para que tengan éxito mientras viven amando a Dios y con un compromiso con la santidad y para ello debe servir con alegría y responsabilidad y además, suplir bíblicamente las necesidades integrales de quienes forman su familia. Debe preocuparse de suplir las necesidades físicas con responsabilidad, las necesidades espirituales con fundamento bíblico y las necesidades emocionales con sabiduría.

Un hogar en que los padres toman en serio a Dios, lo aman con todo su corazón y amar a sus hijos como Dios ordena, tiene una atmósfera de amor, perdón, apertura, aceptación y honestidad. El hogar cristiano ideal debe ser un lugar de diversión, actividades creativas, instrucción, entrenamiento y de relaciones respetuosas y amorosas. Debe ser un lugar de entrenamiento en el que los padres conocen de todos las necesidades integrales y buscan satisfacer sabiamente todas las necesidades familiares.

Los padres deben imitar a Cristo y darle la importancia que tiene todo miembro de la familia. Los padres deben modelar ante sus hijos la cualidad del respeto mutuo entre ellos. La individualidad y dignidad de cada miembro de la familia debe ser reconocida de manera positiva y alentadora y la autoridad de los padres no solo debe ser bien reconocida, también debe ser bien practicada.

Compromiso:

Señor, me comprometo a imitar tu ejemplo y servir a los demás con alegría y responsabilidad y también proveer para las necesidades espirituales de los miembros de mi familia.

LECTURA BÍBLICA: 1 Timoteo 5:8

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