Marzo 22
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
ROMANOS 12:17-18 PREPARACIÓN BÍBLICA PARA LA CONFRONTACIÓN SABIA
“La confrontación de los problemas debe ser bíblica de principio a fin para que se logre la solución de los conflictos. Aunque no siempre es la solución que quisiéramos, siempre será la solución que Dios quiere y nos permitirá vivir en paz, aunque nadie más la tenga.”
El conflicto relacional es difícil de vivir y de confrontar, pero los cristianos no tenemos la opción de confrontar o no, tenemos la obligación de hacerlo y no a nuestra manera sino como Dios ordena. Es por ello que es importante ser entrenados para saber confrontar y cómo reaccionar cuando somos confrontados.
Nuestros mayores conflictos los tenemos con personas cercanas pues tenemos permanente interacción y no siempre tenemos buena relación. Algunos conflictos son más difíciles de enfrentar cuando las personas tienen la tendencia a decidir basados en las emociones o no están preparados o no les agradan las confrontaciones.
Por falta de sabiduría, los conflictos pueden ser tan difíciles y el dolor tan grande que las personas inmaduras incluso pueden dudar de la bondad y de la voluntad de Dios para sus vidas o incluso de su amor por ellos. Pero, los maduros entendemos que Dios a menudo usa el conflicto para refinar nuestro carácter, lo usa como un medio para que veamos nuestra realidad, identifiquemos nuestras áreas de independencia de Él y notemos nuestro orgullo. Los conflictos nos brindan la oportunidad de acercarnos y encontrar refugio en Él.
La Biblia está llena de sabiduría acerca de cómo los creyentes deben manejar los conflictos, sin embargo, demasiados cristianos son inexpertos en confrontaciones, evitan enfrentar los problemas, aunque no siempre evitan provocarlos. Otros, en vez de buscar la dirección bíblica apropiada, terminan enfrentando ellos de manera errónea y otros en asuntos más graves terminan entregando primero sus disputas a la corte secular para que decida el destino de sus conflictos interpersonales o legales, cuando solo deberían usarlas cuando entre cristianos por falta de sumisión no las pudieron resolver. De esta manera, entregan el resultado a personas no cristianas que dilucidarán sus disputas en base a estatutos, reglas y regulaciones mundanas, que pueden o no alinearse con la sabiduría bíblica o la cosmovisión y los valores cristianos.
Los principios bíblicos para la resolución de conflictos se pueden aplicar a cualquier tipo de conflicto. Y creemos que las Escrituras brindan el mejor enfoque para la resolución de ellos, que traerá como resultado una paz duradera si ambas partes se comprometen a seguir los métodos ordenados por Dios.
Estoy convencido que los cristianos solo deben buscar la justicia de pecadores, de los jueces y las cortes no cristianas cuando los asuntos son serios y cuando uno o ambos no quieren someterse a la autoridad de la iglesia, pero se supone que dos cristianos genuinos guiados por un liderazgo que tiene conocimiento bíblico y elige la sumisión, siempre encontrarán la solución.
Compromiso:
Señor, me comprometo a prepararme bíblicamente para saber cómo realizar siempre mis confrontaciones sabiamente.
LECTURAS BÍBLICAS: Romanos 12:17-18, Gálatas 6:1-2