Febrero 13

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

1 PEDRO 2:11-19   SEÑOR: RESUELVO SEPARAR Y CUMPLIR SABIAMENTE MIS LOGROS PERSONALES DE LOS INSTITUCIONALES

“Aunque en este mundo no siempre existe justicia, generalmente se recompensa a los que cumplen responsabilidades con excelencia y quienes no cumplen sus responsabilidades personales e institucionales no pueden vivir con éxito y sufrirán las consecuencias.”

En todo campo de la vida, el cristiano debe luchar por mantener un sano equilibrio y eso incluye su responsabilidad de alcanzar grandes logros. La vida del cristiano maduro incluye el progresar y alcanzar nuevas metas y su equilibrio lo encuentra cuando sabe distinguir bien entre los logros que debe lograr como persona y los logros institucionales que deben intentar lograr cuando es parte de una organización.

Otro deber de quienes desean vivir la vida de éxito y legado que Dios planificó para nosotros es el siguiente:

El deber de separar lo que se requiere para alcanzar los logros personales y lo que se requiere para alcanzar logros institucionales.

Impedimos la consecución de nuestros logros personales cuando enfocamos desmedidamente en cumplir responsabilidades institucionales y también, podemos ser un obstáculo para los logros de las instituciones a que pertenecemos cuando por cumplir con deseos personales no cumplimos con excelencias nuestras responsabilidades institucionales.

Todo cristiano maduro se comportará sabiamente en su lugar de trabajo independientemente de las condiciones que en él existan y con excelencia debe ser parte del éxito de las instituciones en las cuales sirve. No solo evitará ser parte de los problemas, sino que con su sabiduría bíblica tendrá la capacidad de ser parte de la solución de ellos. Un trabajo no es un lugar donde vamos a pasar el tiempo.

Nuestro trabajo es un llamamiento que Dios nos ha hecho.  Es una vocación donde tenemos la extraordinaria posibilidad de vivir bien nuestra vida cristiana porque así Dios lo demanda y porque es la única forma que seamos sal y luz en la sociedad.  La forma como usted invierte aquellas 40 ó 50 horas a la semana que trabaja, son muy importantes y determinan de una manera muy especial los valores cristianos que practica. Parte del éxito es trabajar con amor, excelencia, responsabilidad e integridad.

Por su parte, los líderes responsables son capaces de crear un ambiente de paz, de confianza y respeto mutuo en el trabajo en equipo. Los líderes que actúan con justicia y responsabilidad sirven como guía para el resto de los empleados y, en especial, para las nuevas contrataciones que deben ir adquiriendo los valores que son parte de la organización.

Los cristianos maduros dan lo mejor de si en las instituciones a las cuales han elegido pertenecer y están comprometidos con los planes institucionales en los que deben cooperar, sin despreciar los planes personales que deben tener.

Compromiso:

Señor, me comprometo a participar con excelencia y con buen equilibrio en la búsqueda de mis logros personales y los logros de todas las instituciones a las que voluntariamente he elegido pertenecer.

LECTURA BÍBLICA: 1 Pedro 2:11-19

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