Diciembre 15
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
FILIPENSES 2:5-13 ¿ESTÁ SIGUIENDO UNA RELIGIÓN O AL MESÍAS?
"Nuestro Señor no solo fue el ungido, el Mesías prometido, sino también fue constituido con el más grandioso Rey, el sacerdote perfecto, el profeta mayor, nuestro único Salvador y nuestro soberano Señor."
Este hijo de Dios a quien Él le constituyó como sacerdote perfecto, como profeta totalmente verdadero y como Rey por sobre reino, rey y dominio, algún día tendrá dominio sobre todo y toda rodilla tendrá que doblarse en sumisión a su poder y majestad. Quienes no le aceptaron como Salvador y Señor un día tendrán que arrodillarse ante el todopoderoso, pero no para adorarle sino para suplicarle misericordia, pero será demasiado tarde y Dios ha decretado que independientemente de la religión que tenga o iglesia que haya asistido, será condenado.
Ese Rey, no se fue para quedarse, se fue a preparar morada para llevarnos a nosotros. Eso fue lo que prometió a sus discípulos. Llegará el momento cuando Cristo juzgará con juicio justo, que su autoridad y gobierno serán absolutos, que los malvados serán asesinados, que ya no existirá la relación de depredador y presa entre los animales porque en ese reinado tendrán convivencia pacífica, y aun los animales se relacionarán pacíficamente con las personas. Además, nos asegura que todas las personas tendrán el conocimiento del Señor, pero solo sus hijos serán arrebatados y Él reinará con gloria y majestad. Esa es la esperanza segura de quienes somos hijos genuinos de Dios.
Las profecías del Mesías se cumplieron, su recibimiento como Rey y su rechazo, había sido profetizado y así también se cumplirá todo lo profetizado con respecto a su segunda venida.
El apóstol Pablo nos explica con claridad sobre el lugar de Cristo en la historia y el lugar que debemos nosotros darle en nuestras vidas exhortándonos a tener la misma actitud de Cristo, imitar su ejemplo de humildad, y modelar el mismo servicio que Él modeló. La razón de este tipo de vida y actitud es porque debemos imitar el ejemplo de nuestro Señor y además, comprender que Él y sólo Él es todo lo que necesitamos para tener la relación santa que Dios demanda. No tenemos un rey, sacerdote ni profeta solo humano, tenemos al Rey de reyes, tenemos al único sacerdote perfecto y al único profeta que no solo nos entrega su revelación, sino que es la palabra hecha carne.
En Belén nació el Dios que se encarnó, pero Jesús el hijo de Dios ha vivido siempre porque es Dios eterno y soberano que solo adoptó nuestra forma para ser un salvador cien por ciento Dios y cien por ciento humano.
Compromiso:
Señor, prometo asegurarme que realmente soy un hijo de Dios que por tu gracia ha sido salvado y no un religioso que a pesar de sus rutinas rituales será condenado.
LECTURA BÍBLICA: Filipenses 2:5-13