Diciembre 9
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
HEBREOS 8 CRISTIANISMO Y JUDAÍSMO
“Debemos regocijarnos en el pueblo de Dios y amarlo. Nos alegramos de la herencia espiritual, pero no somos judíos y no es nuestra obligación celebrar fiestas del judaísmo para completar o mejorar nuestro cristianismo.”
Hoy hay personas que se identifican como cristianos y que critican la celebración de la navidad por ser celebrada en una fecha separada por el paganismo. Pero ellos incluyen rituales, las fiestas, los sacrificios y los reglamentos de la Ley que según la Palabra de Dios solo eran sombras de las cosas por venir, anticipaciones de la llegada del Mesías, el cordero de Dios que al morir declaró que todo lo necesario para nuestra salvación por Él había sido terminado.
Precisamente el mensaje principal de la carta a los Hebreos exhorta a los creyentes judíos a dejar de seguir en los ritos de la ley. La enseñanza es que no vuelvan a las viejas costumbres pues participar en esos simbolismos del Antiguo Testamento era como pensar que Cristo no había muerto, o que la muerte sustitutoria no había sido eficaz para el perdón de nuestros pecados. La carta a los hebreos nos dice que es un error volver a rituales que antes de Cristo ellos debían practicar. Ponga atención a esta explicación: "28 Pues todo el que rehusaba obedecer la ley de Moisés era ejecutado sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos. 29 Piensen, pues, cuánto mayor será el castigo para quienes han pisoteado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto—la cual nos hizo santos—como si fuera algo vulgar e inmundo, y han insultado y despreciado al Espíritu Santo que nos trae la misericordia de Dios." (Hebreos 10 :28-29 )
Quienes abrazan rituales o fiestas que eran predicciones de lo que haría Cristo, no entienden la gracia de Dios y son movidos a agregar algo a lo que Cristo ya hizo o agregar algo para mejorar la calidad de su cristianismo. Se evidencia más su rechazo de la gracia, si a eso le agrega su contención, su condena de quienes creemos que el sacrificio de Cristo está completo y que no existe exigencia bíblica, ni debemos seguir un gusto personal para agregar algo del judaísmo a nuestro cristianismo.
Mi pregunta es ¿qué parte de esta declaración bíblica no entienden?: “El sistema antiguo bajo la ley de Moisés era solo una sombra—un tenue anticipo de las cosas buenas por venir—no las cosas buenas en sí mismas. Bajo aquel sistema se repetían los sacrificios una y otra vez, año tras año, pero nunca pudieron limpiar por completo a quienes venían a adorar. 2 Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa.” (Hebreos 10:1-2)
El niño de Belén es nuestro Salvador y nada debemos agregar a su obra completa para nuestra salvación.
Compromiso:
Señor, me comprometo a creer que tu sacrificio me exime de todo ritual o celebración para ser salvo o para asegurar mi salvación. Declaro que no agregaré absolutamente nada a la obra terminada de Cristo.
LECTURAS BÍBLICAS: Hebreos 8; 10:1-2, 28-29