Diciembre 4

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

EFESIOS 5:15-20   PELIGROS QUE DEBEN SER EVITADOS

“Todo cristiano corre el riesgo de desequilibrarse y en la celebración de la navidad debemos ser sabios para no irnos a los extremos pues aun las virtudes llevadas a los extremos se transforman en defectos.”

 La virtud de la buena comida llevada al extremo es gula, la virtud del descanso llevada al extremo es vagancia, la elección de no celebrar la navidad llevada al extremo puede producir un espíritu crítico y legalista, y la elección de celebrarla con orgullo nos pueden conducir al desprecio de quienes no quieren hacerlo. Nuestra actitud debe ser de amor y respeto y evitar todo peligro de que usemos indebidamente la libertad que tenemos para la celebrar sabiamente.

Le motivo a evitar estos peligros:

-El peligro doctrinal: sustituir las verdades eternas por las cosas temporales.

Aunque no es error ni pecado tener un arbolito, iluminarlo, adornar con gran colorido y compartir comida y regalos, sí cometemos un serio error en no dar prioridad a la celebración de la venida del Mesías nuestro salvador.

-El peligro personal: tratar de impresionar sin compartir.

En esta época somos tentados a impresionar a los demás. Si va a regalar, hágalo con sabiduría y dedique tiempo a compartir con la familia y disfrutar de una sana relación y buena comunión. No trate de impresionar con muchos regalos que lo dejen endeudado, mas bien comparta con cariños con sus seres queridos. No trate de impresionar con regalos que le dejaran esclavos de las empresas a las que, aunque sea a crédito, tendrá que pagar.

La palabra de Dios nos manda a ser gratos y las muestras de gratitud son siempre motivadoras. Aunque no esperen retribución, son animados por la gratitud. Mostrar gratitud a las instituciones que nos han servido y a las personas que nos ha servido con amor, es una excelente forma de demostrar nuestro amor y compartir nuestro aprecio. Piense en un dedicado profesor de sus hijos, o quien los ha cuidado todo el año en la sala cuna o clases de su congregación. Piense en los diáconos que le han servido con amor.

-El peligro económico: gastar más de los que tenemos.

La lista de regalos cada vez se hace más grande, las ofertas de comprar ahora y pagar después son muy tentadoras y en medio de una emotiva celebración tendemos a no ser buenos mayordomos de los recursos que Dios nos ha dado. Establezca un presupuesto para toda la celebración y planifique tiempos de compartir y recordar la historia del nacimiento de nuestro Salvador y momentos de oración y adoración.

Compromiso:

Señor, me comprometo a evitar los extremos y hacer todo esfuerzo por ser un buen mayordomo de los recursos que me has dado y celebrar con alegría que eres mi dulce compañía.

LECTURA BÍBLICA: Efesios 5:15-20

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