“La meta del izquierdismo: destruir para construir su nueva sociedad”
“El izquierdismo no es un partido político, es una filosofía de pensamiento anti-Dios y antiética bíblica que es parte de algunos partidos políticos.”
Es muy triste, pero no me sorprende que muchos cristianos todavía defiendan el izquierdismo. La mayoría lo hace por ignorancia pues sus líderes cristianos tienen miedo de llamar a los enemigos de la fe por su nombre y describir a estos soldados satánicos como lo que son.
Cuando digo que debemos odiar el izquierdismo, no digo que tenemos que odiar a los izquierdistas. Aclaro esto porque algunos cristianos que no han transformado su mente y se siguen identificando con el izquierdismo, inmediatamente se siente aludidos y en vez de presentar argumentos bíblicos en su defensa, solo usan el arma preferida del izquierdismo, el ataque personal.
El izquierdismo y el liberalismo como filosofía política casi no comparten valores. Pero el izquierdismo es liberalismo moral pues reúne a las filosofías ateas, agnósticas, socialistas, comunistas, secularistas, humanistas y progresistas que no creen en Dios, en la Biblia, en la moral cristiana, no creen en que exista maldad y tampoco el pecado. Es decir, todo lo contrario de lo que cree el cristianismo y deben creer todos los cristianos y por eso un cristiano no puede ser izquierdista.
La mayoría de los cristianos ni saben lo que es el izquierdismo, muchos lo defienden y muchos no saben lo que es el conservadurismo y tienen temor a defenderlo. Si los padres conservadores enseñaran conservadurismo a sus hijos ellos no serían convertidos fácilmente en las aulas secundarias y universidades, que son los centros de lavado de cerebro del izquierdismo. Por eso desde adolescentes hasta jóvenes, incluyendo algunos que dicen ser cristianos y son izquierdistas, son movilizados para crear crisis, desorden y violencia en la sociedad.
El izquierdismo es la mentalidad que tiene como meta vivir en las ideas del pasado del marxismo y destruir el pasado conservador e histórico. El conservadurismo no es cristiano, pero busca conservar lo mejor del pasado, es decir, los valores judeo/cristianos que engrandecieron la humanidad: como dos sexos, matrimonio entre hombre y mujer, no al aborto, y doctrinas económicas como el capitalismo que trata la pobreza brindando oportunidades de trabajo y no repartiendo dinero impreso sin respaldo.
La izquierda busca destruir el pasado, así como lo hizo la primera de las revoluciones modernas de izquierda, la Revolución Francesa que buscó conscientemente destruir todas las instituciones y valores importantes de la sociedad francesa: no sólo la monarquía sino también a Dios, la religión, el sistema legal, las nociones tradicionales del bien y el mal, el calendario, la antigua forma de decir la hora, los antiguos pesos y medidas, e incluso los nombres de los días de la semana; en otras palabras, el pasado.
Al igual que la izquierda en los Estados Unidos y en América Latina, los izquierdistas de la Revolución Francesa derribaron estatuas como la de los reyes de Francia. La siguiente gran revolución de izquierda, la rusa, hizo lo mismo. Como decía el chiste de los disidentes soviéticos: “En la Unión Soviética el futuro se conoce; es el pasado el que siempre está cambiando”.
Ese es el izquierdismo; intenta destruir el pasado de valores absolutos, cambia el futuro a los valores relativos y mantiene a la gente en pobreza y opresión, como Venezuela y Cuba.
Alicia S Rodena