“Legalizando el ateísmo y proscribiendo el cristianismo.”

Dios dijo: ¡Qué aflicción para los que dicen que lo malo es bueno y lo bueno es malo, que la oscuridad es luz y la luz es oscuridad, que lo amargo es dulce y lo dulce es amargo! (Isaías 5:20). 

Eso es precisamente lo que están haciendo en Estados Unidos, Canadá y otros lugares.  

El consejo de la ciudad de West Lafayette, Indiana, EE.UU. proponen que sea ilegal que los consejeros “sin licencia” aconsejen a menores sobre la sexualidad humana de una manera que entre en conflicto con las creencias de la secta satánica LGBT+.  

La propuesta define la “terapia de conversión” como cualquier práctica o tratamiento que busque “cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, incluidos los esfuerzos para cambiar las expresiones de género o eliminar o reducir la atracción o los sentimientos sexuales o románticos hacia personas del mismo género”. 

La ordenanza dice que, “la terapia de conversión no incluirá el asesoramiento que brinde asistencia a una persona que está pasando por una transición de género” y que le brinde apoyo para que haga la transición y que le aconseje “siempre que dicho asesoramiento no busque cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona”. Es decir, no se puede aconsejar que la persona cambie su manera de pensar y en su mente acepte su sexo biológico, pero si se puede aconsejar para que la persona cambie su cuerpo para que se ajuste a su mente con tratamiento hormonal, cirugías de sus senos y genitales.  Esto es claramente inconstitucional por eso los estados que prohíben la “terapia de conversión” se han centrado en los proveedores de salud mental con licencia en lugar de en los consejeros “sin licencia”, como los pastores.  

La ordenanza de West Lafayette dice: “la ciencia contemporánea reconoce que ser lesbiana, gay, bisexual o transgénero es parte del espectro natural de la identidad humana y no es una enfermedad, un trastorno o una enfermedad” y prohíbe que se ayude a “las personas a aprender cómo resolver problemas y tomar decisiones relacionadas con el crecimiento personal, vocacional, familiar y otras preocupaciones interpersonales.”  En otras palabras no se podría hacer discípulos (Mateo 28:18–20) ni predicar todo el consejo de Dios que incluye huir de la inmoralidad sexual, incluida la participación en actos homosexuales (1 Cor. 6:18; Rom. 1:26–27). 

El preámbulo del proyecto de ley canadiense ya aprobado dice “la terapia de conversión causa daños a la sociedad porque, entre otras cosas, se basa en mitos y estereotipos sobre la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género y los propaga, incluido el mito de que la heterosexualidad, la identidad de género cisgénero y la expresión de género que se ajusta al sexo asignado a una persona al nacer, son preferibles a otras orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género… a la luz de esos daños, es importante desalentar y denunciar la prestación de la terapia de conversión para proteger la dignidad humana y la igualdad de todos los canadienses.” Ellos dicen que lo que intenta la terapia de conversión es: 

(a) Cambiar la orientación sexual de una persona a heterosexual.

(b) Cambiar la identidad de género de una persona a cisgénero.

(c) Cambiar la expresión de género de una persona para que se ajuste al sexo asignado a la persona al nacer.

(d) Reprimir o reducir la atracción o el comportamiento sexual no heterosexual.

(e) Reprimir la identidad de género no cisgénero de una persona.

(f) Reprimir o reducir la expresión de género de una persona que no se ajuste al sexo asignado a la persona al nacer. 

Quién no cumple esta ordenanza puede ser multado o condenado a hasta cinco años de prisión y quien la promueve hasta a dos años de prisión. En otras palabras, la religión izquierdista canadiense es la religión del estado que exige prácticas del ateísmo y declara ilegales las prácticas del cristianismo. 

 

 

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