“Todo cristiano debe odiar el marxismo.”

El Salmista escribió: “Ustedes, los que aman al Señor, ¡odien el mal! Él protege la vida de sus justos y los rescata del poder de los perversos.” 

¿Odia usted lo mismo? ¿Promueve a políticos que aman el aborto y las desviaciones sexuales y las legalizan? ¿Se reúne con esos políticos que no creen en la santidad de la vida y vota por ellos porque le ofrecen ayudar a los pobres, construirle un templo o crear millones de empleos? ¿Cree que odiar el mal no incluye odiar el sistema de pensamiento que odia al Dios que usted dice amar? ¿Realmente odia la maldad al punto que está dispuesto a defender la verdad? ¿Cree usted que odiar la maldad es pecado o que ese odio es el resultado de su ferviente amor por la santidad? 

Jesus fue radical y el cristianismo es radical porque Dios es radical. Dios odia el pecado y el Antiguo y el nuevo Testamento muestran su odio por la maldad. Dios odiaba el comportamiento asesino y orgulloso de un gobernante llamado Herodes quien tenía políticas anti Dios, anti moral divina, perseguía a su pueblo y ordenó la matanza de niños menores de dos años para evitar la llegada del Mesías por temor a que le quitara su reino; su vida privada fue todo un ejemplo de perversión, lujuria y crueldad. Tuvo nueve mujeres conocidas, amaba las orgías y odiaba la verdad, Herodes I el Grande es el arquetipo de todos los sanguinarios que no dudan en sacrificar a los indefensos o a quienes podrían quitarle poder. Las investigaciones revelan que murió de una gangrena en las partes genitales que engendraba gusanos y putrefacción, y que estuvo acompañada de trastornos psiquiátricos. Este tirano asesino y poderoso que quiso tomar el lugar de Dios fue objeto del odio de Dios. La Biblia dice: “hirió a Herodes con una enfermedad, porque él aceptó la adoración de la gente en lugar de darle la gloria a Dios. Así que murió carcomido por gusanos.” (Hechos 12:23)  

Estoy convencido que los cristianos no debemos odiar a las personas, pero sí sus ideas, los sistemas de pensamiento y las acciones contrarias a la moral bíblica. Ese sistema de pensamiento de los progresistas ateos que les conduce a la persecución de nuestra fe y a elaborar estrategias para destruir la iglesia y la familia diseñada por Dios, debe ser odiada por todo cristiano. Ese sistema de pensamiento marxista debe ser odiado por los cristianos porque niega la existencia de Dios, odia a Dios, desea exterminar la moral bíblica y porque, las políticas y leyes que ellos aprueban generan odio de clases sociales, odio entre hombre y mujeres, el rechazo a la autoridad de los padres, de los maestros y de las fuerzas policiales. Ese sistema de pensamiento de los políticos ateos que les motiva a actuar como el tirano Herodes que realizó la matanza de niños es el mismo sistema de pensamiento marxista que según la historia ha asesinado a más de 100 millones de personas solo por oponerse a sus ideales ateos.  Es el mismo sistema de pensamiento marxista que promueve la muerte de niños no nacidos. “Según la OMS, cada año en el mundo se estima que hay entre 40 y 50 millones de abortos. Esto corresponde a aproximadamente 125,000 abortos por día.” (Worldometers.) 

No, no digo que debemos odiar a los hermanos que por ignorancia o rebeldía se asocian y votan por los marxistas porque, aunque saben que ese sistema de pensamiento legaliza la maldad creen inocentemente que ayudaran a los pobres a salir de la pobreza, aunque en ningún país que han gobernado lo han logrado. No debemos odiar a nuestros hermanos, aunque estén equivocados. La biblia dice: “Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente, esa persona es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver?”  

“Ni siquiera debemos odiar a las personas porque son adúlteras, comunistas, tampoco a las lesbianas o transexuales. Odiamos el sistema de pensamiento que promueve, crea, legaliza y celebra los actos de maldad y odia la verdad.” 

 

 

 

 

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