Julio 5

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

JEREMÍAS 1:5  CUANDO DIOS DETERMINA UN NACIMIENTO, NADIE DEBE IMPEDIRLO

“Dios determina quién va a vivir, cuántos años va a vivir y el propósito que tiene para vivir. Ningún ser humano tiene el derecho de interrumpir una vida que Dios ha determinado.”

En un panfleto titulado “El inicio de la vida humana (The beginning of human life. Studies in Law and Medicine”) (Chicago: Americans United Life, INc., 1981, page 2) aparece el testimonio que el doctor Jerome Lejeune preparó para el comité Judicial de los Estados Unidos, y escribe: “La vida tiene una muy, muy larga historia, pero cada individuo tiene un muy claro comienzo, el momento de su concepción. La conexión material es el tejido molecular del ADN. En cada célula reproductiva, esta cinta de aproximadamente un metro se corta en 23 pedazos o cromosomas. Tan pronto los 23 cromosomas derivados del padre se unen en la fertilización con los 23 cromosomas de la madre, el encuentro genético total necesario para expresar todas las cualidades del nuevo individuo se han reunido y ocurre la constitución personal. A los dos meses, desde la cabeza hasta sus glúteos, es más pequeño que un dedo pulgar. Podría entrar fácilmente en una cascara de nuez, pero todo está allí presente. Están sus manos, pies, cabeza, órganos, cerebro. En la cuarta semana, existe conciencia. Todo está en su lugar. Su corazón ha estado latiendo por un mes cuando llega al segundo mes. Sus huellas digitales pueden ser detectadas, su corazón palpita de 150 a 170 veces por minuto lo que muestra el hecho de que después que ocurre la fertilización, un nuevo ser humano se ha formado y esto no es un asunto de gustos de opiniones.”

Existe una gran diferencia entre un óvulo antes y después de su fertilización. El gameto de la mujer llamado óvulo, y el gameto del hombre llamado espermatozoide se fusionan, generan una célula que se conoce como cigoto o huevo fecundado y contendrá dos conjuntos de cromosomas y este nunca debe ser eliminado. Se puede impedir que el esperma llegue al óvulo, pero no tenemos derecho de destruir el cigoto u óvulo fecundado. Los métodos anticonceptivos que matan el cigoto ya implantado como la píldora del día después o los métodos abortivos son métodos pecaminosos. Desde la fertilización, la composición genética del niño ya está completa. Se ha determinado su género, su altura, pelo, ojos y color de piel y solo necesita crecer y desarrollarse.

La Biblia nos afirma no sólo que la vida comienza en la concepción, sino que Dios en nuestro ADN escribe todo lo que seremos. Cuando dos células se fusionan para formar una sola célula esta contiene toda la información genética del ser humano y seguirá todo el proceso hasta convertirse en un ser humano único e irrepetible. En Jeremías 1:5 Dios revela a Jeremías: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.” Isaías escribe: “El Señor me llamó desde antes que naciera; desde el seno de mi madre me llamó por mi nombre.”

El Rey David escribe: “Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre…No fue encubierto de ti mi cuerpo, aunque en oculto fui formado y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas.” (Salmo 139:13-16).

Compromiso:

Señor, creo que cuando Tú inicias la vida nadie tiene derecho a terminarla. Me comprometo a establecer mis convicciones sobre todos los temas morales basado en la guía única de la Palabra de Dios.

LECTURAS BÍBLICA: Jeremías 1:5, Salmo 139 13-16

 

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