“Diga no al odio, diga sí al amor.”
“La filosofía Marxista desde su inició ha enseñado la lucha de clases, pero ahora están motivando el odio en la sociedad porque enseñan la lucha entre sexos, lucha entre alumnos y profesores, entre civiles y policías, entre hijos y padres y además por su ateísmo, enseñan la lucha y el odio contra el cristianismo.”
Es triste y destructivo el indignante odio que muestran los progresistas modernos de izquierda y derecha y el odio con violencia que en la sociedad promueven y animan a los ateos, comunistas y socialistas y políticos de izquierda. Ellos dicen amar la libertad de expresión, pero a los conservadores nos impiden dar charlas en universidades con sus gritos, maltratos y aun violencia; eso es odio. Ellos son los que organizan manifestaciones violentas, saquean, incendian, destruyen la propiedad privada y pública, tiran piedras y bombas incendiarias a policías, e iglesias. Ellos queman la bandera, destruyen los monumentos de nuestros héroes nacionales; eso es odio.
Los cristianos amamos la libertad de expresión y nunca los insultamos ni hacemos desórdenes para impedir sus conferencias. Tampoco nos oponemos a que realicen manifestaciones pacíficas, ni los tratamos de “cristianofóbicos, biblio-fóbicos, Dios-fóbicos,” eso es amor. Los cristianos amamos la santidad de la vida, nos oponemos legalmente al aborto y lo que la Biblia dice que son pecados y desviaciones morales, como la práctica del homosexualismo, lesbianismo, polisexualismo, bisexualismo, transexualismo. Expresar la verdad bíblica no es odio, es amor.
Creemos que el machismo que humilla maltrata, abusa y violenta a los niños y a la mujer es condenable y debe ser desterrado, pero también creemos que crear un movimiento que odie a los hombres y maltrate, insulte, y declare que la masculinidad es tóxica, es condenable y extremo. Eso es odio, no es amor. Creemos que la violencia contra la mujer debe ser perseguida con todo el peso de la ley, aunque no creemos que podrá ser erradicada, porque los enfermos mentales, los criminales y los machistas violentos nunca serán extinguidos.
Los cristianos predicamos, damos cursos, escribimos libros, damos conferencias y enseñamos que toda violencia contra niños, mujeres y varones y contra cualquier persona es condenable y debe ser perseguida con todo el peso de la ley. Creemos que hay mujeres que insultan, manipulan, abusadoras, infieles y violentas contras sus esposos y sus hijos, pero no creemos que la feminidad es tóxica, ni creamos movimientos machistas; eso es amor, no es odio. Creemos que nadie tiene derecho a reunir gente para cerrar caminos, crear el caos social, incendiar iglesias, adueñarse de la propiedad ajena, etc.
Es cierto que empresarios han humillado, explotado, pagado sueldos de hambre y se han enriquecido a costa de los pobres. Es cierto que hay gobiernos que han permitido la explotación ilegal y abusiva de las riquezas de los países y han favorecido a los ricos. Pero la solución no es elegir gobiernos que promueven su odio contra Dios y la moral cristiana y que odian la autoridad de los padres, policías y profesores; que odian a todos los ricos, motivan la lucha de clases y que proclaman que con sus políticas de exterminar la propiedad y la empresa privada producirán el paraíso de justicia social, aunque en todos los países que han gobernado y gobiernan, mantienen a la gente en la pobreza. Todas las leyes que permiten la maldad que la Biblia prohibe son producto del odio por la verdad y amor por la maldad.
“La filosofía de pensamiento Marxista hoy sigue promoviendo la lucha de clases, pero, además, la lucha entre sexos, lucha entre alumnos y profesores, entre civiles y policías, entre hijos y padres, y además por su ateísmo, enseñan la lucha y el odio contra el cristianismo.”