Los comunistas dicen que no existe maldad, pero tienen una historia de practicarla.
“Como no creen en Dios y creen que nacemos buenos, los comunistas no enseñan sobre la maldad humana de la izquierda, solo la maldad de la derecha. La Biblia afirma que todos, sin excepción nacemos malos y continuamos viviendo en la maldad a menos que por la salvación de Cristo amemos la santidad y odiemos la maldad.”
La Biblia enseña que todos nacemos con una naturaleza pecaminosa, y estamos perdidos eternamente a menos que Dios nos salve. El cristiano genuino cree lo que dice la Biblia no lo que dicen los comunistas. La humanidad es totalmente depravada y nacimos pecadores, no elegimos convertirnos en pecadores ni la sociedad nos daña. Nacimos con una naturaleza pecaminosa y la heredamos de Adán. “12 Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron.” (Romanos 5:12).
Los progresistas no enseñan sobre su maldad porque quieren aparecer como los únicos que pueden ofrecer un paraíso, no celestial porque según ellos, no existe, sino uno terrenal que ellos pueden crear. El problema es que pese a sus intentos en China, Corea del Norte, Viertnam, la Unión Sovieta, Cuba y Venezuela, no han creado un paraíso terrenal de justicia social e igualdad sino un infierno de necesidades no satisfechas, una cárcel nacional y un infierno de igualdad, pero de pobreza.
No les conviene enseñar sobre la maldad del archipiélago Gulag, más de 20 millones asesinados; la hambruna forzada en Ucrania por los soviéticos que produjo entre 5 y 6 millones de asesinados en poco más de un año; el Gran Salto Adelante de Mao, una campana política y económica que produjo alrededor de 50 millones de asesinados; el Pol Pot y los Jemeres Rojos, aproximadamente uno de cada cuatro camboyanos asesinados.
Según “El Libro Negro del Comunismo”, escrito por seis académicos franceses y publicado en Estados Unidos por Harvard University Press, el número de personas asesinadas, no muertas en combate, es decir, los civiles comunes que rechazaban el comunismo fueron en América Latina: 150.000; en Vietnam: 1 millón; en Europa del Este: 1 millón; en Etiopía: 1,5 millones; en Corea del Norte: 2 millones; en Camboya: 2 millones; en La Unión Soviética; 20 millones (muchos estudiosos creen que la cifra era considerablemente mayor) y en China: 65 millones.
¿Por qué a los estudiantes no se les enseña acerca de la maldad? Es que la izquierda domina prácticamente todas las instituciones educativas. No enseñan sobre la maldad porque los genocidios y otros horrores del siglo XX fueron cometidos por sus regímenes, por los gobiernos seculares y sabemos que el secularismo y el gobierno o estado grande son el fundamento del izquierdismo. Como no pueden hablar de su maldad, entonces enseñan que la maldad es el racismo sistémico estadounidense, que no existe, existen personas racistas pero no un sistema de racismo. Enseñan que la maldad la enseña la Biblia, que los malos fueron los padres de la patria y también los conservadores cristianos por la transfobia, el capitalismo, las emisiones de carbono, el patriarcado, el sexismo y la masculinidad tóxica.
Si se enseñará con datos estadísticos la maldad, la pobreza, la muertes y el odio que ha producido por su filosofía de lucha de clases el comunismo, ningún ser humano racional y sano mentalmente sería comunista.