Si no defendemos nuestra libertad los progresistas nos esclavizarán.
“Si no te eliges por ti mismo, alguien más lo hará y el resultado no será agradable”. Es el pensamiento de James Altucher. Este es el mío: “Si no defiendes tú moral absoluta frente a los políticos inmorales amantes de la moral relativa, serás esclavo de la imposición legal de su inmoralidad.”
Muchos todavía siguen creyendo erróneamente que es pecado participar de la vida política y que los pastores no deben enseñar sobre ella. Todo ministro es llamado a enseñar todo el consejo de Dios en todas las áreas de la vida. Debemos entregar principios y valores bíblicos a todos los cristianos sobre todo tema, incluyendo la política y el deber de todo cristiano es estudiarlos y hacerlos parte de su vida. Si como dice Santiago, no entregamos la sabiduría que viene de lo alto, los cristianos inocentes, débiles o recién nacidos en la fe creerán los engaños de los enemigos de la fe que astutamente usan su sabiduría terrenal, humana y demoniaca.
Los enemigos de nuestra fe son feroces y quieren imponernos su moralidad y legalizarla mediante proyectos para que no podamos vivir nuestra fe. El proyecto de ley C-4 es oficialmente una ley de los políticos izquierdistas satánicos que prohíben lo que llaman “la terapia de conversión.” La ley y los comunistas canadienses astutamente criminalizan la predicación bíblica porque los consejeros cristianos para aconsejar nos basamos en el poder de la fe y la Palabra de Dios para transformar la vida de las personas.
El 7 de enero de 2022 entró en vigor el proyecto de ley federal C-4 que modifica el Código Penal de Canadá al crear nuevos delitos penales relacionados con la terapia de conversión. Los nuevos delitos incluyen hacer que otra persona se someta a una terapia de conversión, promover o publicitar la terapia de conversión y recibir un beneficio financiero o material de la terapia de conversión. En palabras sencillas, se prohíbe que los líderes cristianos aconsejemos que Cristo puede transformar la vida. Esos izquierdistas canadienses dicen querer proteger a los homosexuales y transexuales del odio o el daño y no permiten que reciban la orientación que permita protegerlos precisamente del odio y del daño.
¿Qué sería mejor para los adolescentes inmaduros? ¿Qué ellos tomen decisiones sobre su cuerpo que son irreversibles? ¿Cree que es mejor que si tienen problemas psicológicos para aceptar su sexo biológico les convenzan de usar esos “tratamientos” dañinos y abusivos para la disforia de género, que destruyan la función sexual y la fertilidad a través de hormonas, o la extirpación quirúrgica de genitales o senos? Ellos creen que el cuerpo del adolescente tiene que ser ajustado a lo que este piensa. ¿No sería mejor ayudarle psicológicamente para que su pensamiento confundido se ajuste a lo que es su cuerpo biológico correcto? ¿No sería mejor que los padres tomaran esas decisiones y no los menores de edad? ¿No sería mejor que un consejero cristiano le ayude a comprender que no debe ajustar su cuerpo biológico a su mente de adolescente anhelante de aventuras y pasiones, y en vez de eso que cambie su manera de pensar, comprenda su confusión, acepte su realidad y cambie su mente para que esta acepte su cuerpo tal como Dios lo creó? ¿No sería maravilloso que conocieran al Dios que transforma y sana vidas, y lleguen a ser una más de las millones de personas que llegaron al evangelio como adúlteros u homosexuales y fueron transformados?
Sería maravilloso que los adolescentes confundidos aprendieran a vivir lo mejor posible como viven las personas con esquizofrenia y otras enfermedades mentales, nerviosas y depresivas, que han aprendido a vivir ayudados por Dios, su familia y una comunidad de amor llamada iglesia.
Rossana