“Sí a privilegiar los méritos, no a privilegiar la raza.”

“Las personas no deben obtener puestos de trabajo en base a la raza que tienen sino en cuanto a las capacidades y por la calidad de su carácter. Privilegiar los méritos en las admisiones y contrataciones es lo lógico, necesario y normal, privilegiar la raza y el sexo como parte de la “acción afirmativa” es discriminatorio y anormal.” 

El 29 de Noviembre, 2023, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos anuló la acción afirmativa.  Es decir, ahora la raza no puede ser un factor para permitir o rechazar el ingreso de un estudiante a las universidades. Las instituciones de educación superior tendrán que buscar la diversidad que quieren.  

‘Acción afirmativa’  es el conjunto de políticas de lo que llaman ‘discriminación positiva’ diseñadas para favorecer la integración de grupos que consideran en desventaja. De esa manera logran que las personas tengan un trato preferencial para entrar a las universidades no por sus méritos sino por género, raza, sexualidad, credo o nacionalidad. Si la universidad Harvard ha preferido aceptar personas de raza negra y rechazar a postulantes orientales porque por sus méritos e inteligencia son muchos los que califican, cometieron actos de discriminación y la corte suprema de justicia finalmente terminó con esa injusticia. 

El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, aseguró: “Por mucho tiempo, muchas universidades concluyeron de manera errónea que el punto de referencia de la identidad de un individuo no son los retos superados, las habilidades que se han construido o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel”. El juez Clarence Thomas, el segundo juez negro de la nación, que mucho antes había pedido el fin de la acción afirmativa, escribió que la decisión “ve las políticas de admisión de las universidades por lo que son: preferencias sin timón, basadas en la raza, diseñadas para garantizar una mezcla racial particular en sus clases de ingreso,” en vez de garantizar el ingreso de las personas por los méritos que tienen.  

La jueza con tendencia izquierdista Jackson, escribió que hoy la mayoría de la corte suprema de justicia anuncia ‘daltonismo para todos’ por decreto legal. Pero considerar que la raza es irrelevante en la ley no significa que lo sea en la vida”. Perdón señora jueza, después de tantos años de estudio y viviendo en el mejor país del mundo, que tuvo un presidente negro y a pesar de que usted siendo de raza negra llegó a la Corte Suprema de Justicia, ¿todavía sigue con su mentalidad de víctima?. La raza negra, blanca, amarilla o de cualquier no es relevante en la vida, lo que es relevante es la dignidad de la raza humana de cualquier color que sea. 

La ideología dominante en los Estados Unidos de hoy eleva la identidad por encima de la individualidad, el victimismo por encima de la excelencia y la raza por encima de todo. Hace algún tiempo en los Estados Unidos y algunos otros países occidentales una ideología revolucionaria y destructiva que sigue en ascenso y está trastocando y, de hecho, desmantelando los valores y principios morales fundamentados en la Biblia. El izquierdismo cree en la equidad y espera que cada institución tenga una proporción racial exacta y que se contrate a las mujeres solo por ser mujeres. Ellos creen que la única explicación admisible de esa falta de proporcionalidad racial es el racismo. 

El mundo debe elegir entre la meritocracia y la diversidad o la equidad, no puede tener ambas cosas. Las estadísticas muestran que las preferencias raciales no han cerrado la brecha de habilidades académicas, más bien la exacerban pues la capacidad de las personas no se mide basados en la raza, sino en la inteligencia. Cuando la gente comienza a morir porque los médicos no están calificados o los puentes comienzan a caerse porque estamos usando la raza, no el mérito para calificar a nuestros ingenieros, hemos cometido un serio error. Los médicos, matemáticos, neurólogos, y los equipos de admisión a las universidades deberían decir: “Lo siento, nuestros laboratorios, nuestras universidades, nuestras empresas son daltónicas, no ven el color de la raza y no estamos discriminando. Estamos contratando a los mejores oncólogos, los mejores neurólogos, los mejores obreros, los aceptamos por sus méritos e independientemente de su raza y los mantenemos en sus trabajos por la calidad de su trabajo, su responsabilidad y por su integridad, no por la raza o el sexo al cual pertenecen. 

“Privilegiar los méritos en las admisiones y contrataciones es lo lógico, necesario y normal, privilegiar la raza y el sexo es discriminatorio y anormal.” 

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