Junio 11
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
MATEO 6:25-34 ¿VIVE USTED EN CONTROL DE SU ANSIEDAD?
“Los cristianos no debemos vivir controlados sino tener control de nuestra ansiedad. Las personas tienen tantas ilusiones, tantas ocupaciones que terminan viviendo vidas llenas de excesivas preocupaciones.”
Nadie puede vivir totalmente libre de ansiedad, pero todos podemos aprender a controlar la ansiedad indebida para que no se convierta en destructiva. Algunas personas se llenan de preocupación porque tienen una actitud materialista que les impide vivir satisfechos, otros eligen ser perfeccionistas y esperan de ellos y los demás lo que nadie puede cumplir. Algunas personas se llenan de ansiedad porque quieren ser más bonitas, más delgadas, más altas, más ricas, más populares, más apreciadas o más aceptadas.
En el Sermón del Monte Jesús nos enseña a vivir vidas sencillas y a no permitir que la ansiedad destruya nuestra realidad y normalidad, y que nos conduzca a tener problemas en nuestras relaciones interpersonales aun con las personas más tranquilas y equilibradas, y eso es precisamente lo que describe el término que se traduce preocupación y que incluye las ideas Lucas 10:38-42. Jesús se había detenido en casa de sus amigos en Betania, para descansar y relajarse un poco, pero la palabra sencilla y la idea de no preocuparse al extremo no estaba en la mente de su amiga Marta. Un montón de preguntas se agolpaban en su ajetreada mente: ¿Qué puedo servirle? ¿Con qué vajilla? ¿Cómo podré hacerlo todo a tiempo? ¿Dónde está María? Marta salió de la cocina hecha una tromba, muy “preocupada.” Se molestó con María, aun acusó a Jesús de monopolizar a María, le pidió que la reprendiera y así logró la sabia respuesta de Jesús quien le dijo: “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas” (v. 41). La mente de Marta estaba dividida y agitada y la preocupación y ansiedad controlaban su mente y acciones.
Nos llenamos de ansiedad cuando asumimos la responsabilidad de cosas que son inútiles, innecesarias o fuera de nuestro control y esa actitud es incompatible con la fe genuina. A veces la preocupación brota de expectaciones irreales. Eso fue lo que andaba mal con Marta. Esperaba que Jesús estuviera con hambre de comida; pero Él estaba con hambre de compañerismo, algo que María reconoció pero que Marta pasó completamente por alto.
Jesús había enseñado: “No hagan tesoros en la tierra . . . No fijen su atención en lo horizontal… No pueden servir a la vez a dos señores.” Su mensaje era claro: “No se esclavicen a una perspectiva terrenal, no ignoren la perspectiva espiritual, hagan con responsabilidad lo que les corresponde hacer y dejen a Dios lo imposible.”
El antídoto de Jesús para la ansiedad se halla en Mateo 6 versículos 25-32, cuando ordena que no nos llenemos de ansiedad haciendo todo esfuerzo por conseguir lo imposible, y tampoco nos preocupemos al punto de desesperarnos por lo que es esencial para nuestra vida porque Él ha prometido que a sus hijos nunca los desamparará.
Compromiso:
Señor, me comprometo a cumplir con responsabilidad lo que Tú me has asignado, a no desesperarme por lo que es imposible cambiar y a aprender a esperar en Ti, cuando pese a mi preocupación, solo Tú tienes la solución.
LECTURA BÍBLICA: Mateo 6:25-34, Lucas 10:38-42:
Antonio Alvarez