Abril 22

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

ECLESIASTÉS 4:9-12  ESPERANZA PARA EL MATRIMONIO: CONSTRUYENDO LA RELACIÓN EN UNIDAD

“Construimos sabiamente la relación matrimonial cuando ambos cónyuges determinamos que llegaremos a acuerdos bíblicos y prácticos en todas las áreas de la vida conyugal.”

Es esencial que, para mantener la unidad esencial en el desarrollo bíblico de la vida matrimonial, nos pongamos de acuerdo y sentemos bases y estatutos que deben ser respetados. Marido y mujer realizarán la construcción de una de las relaciones más importantes de la vida y con amor y unidad en sus acuerdos bíblicos, pueden hacerlo hasta que la muerte los separe. La vida conyugal como toda institución importante y bien organizada debe tener un sistema de reglas, sanciones y autoridades que respetan y hacen respetar los convenios. Nadie puede lograr tener un matrimonio provechoso, fructífero y saludable sin que se cumplan con regularidad los acuerdos esenciales que deben tener los cónyuges sobre asuntos fundamentales y es imposible llegar a acuerdos y cumplirlos sin que como matrimonio tengan un compromiso con Dios de seguir sus órdenes y con su cónyuge de amarse y respetarse hasta que la muerte y no las dificultades los separen.

Tener un compromiso matrimonial para toda la vida ya no es popular en la cultura anti-Dios. Nuestra sociedad enfatiza los derechos individuales y no los quieren unir a los compromisos matrimoniales. Hoy los jóvenes quieren libertad personal y no obligaciones morales en su relación matrimonial. No quieren casarse, no quieren “un papel” que los obligue a estar casados ni quieren unir sus finanzas en el matrimonio por si acaso se divorcian. No pueden creer que uno tenga que renunciar a ciertos derechos por dedicarse a compartir con otra persona.

La verdad es que no se puede tener los dos mundos, por lo menos, según el diseño divino que ellos desprecian. Ellos quieren ser solteros y vivir como casados con todos los privilegios de la vida sexual, pero sin un pacto matrimonial y cuando se casan desean mantener los privilegios de la soltería porque, según ellos, los compromisos matrimoniales les impide vivir su vida.

Los investigadores han confirmado que la cualidad más importante para mantener un matrimonio estable a largo plazo es el compromiso. El compromiso que usamos para conquistar debe ser superado por el compromiso que usamos para mantener sana la relación matrimonial.

El egoísmo y el orgullo son los más grandes enemigos de los compromisos y la falta de compromiso es el enemigo más grande de los acuerdos necesarios para permanecer firme en buen matrimonio.

Deben existir acuerdos sobre cada área de la vida matrimonial para que nada sea dejado al gusto o la especulación de uno de los cónyuges, porque eso es precisamente lo que produce conflictos por las diferencias. Dios nos creó para que nuestra relación conyugal esté basada en contratos, acuerdos o pactos bíblicos.

Todos los acuerdos deben estar fundamentados en los principios divinos pues cuando no estamos de acuerdo como humanos, los principios divinos nos obligan a llegar a acuerdos si realmente amamos a Dios y queremos sujetarnos a Él.

Compromiso:

Señor, me comprometo a hacer todo lo posible por establecer acuerdos, en todas las áreas de la vida matrimonial, a respetarlos y exigirlos.

LECTURAS BÍBLICAS: Eclesiastés 4:9-12, Romanos 14:19, Efesios 4:3-4

 

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