Abril 1

Transformación: Principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

ISAÍAS 26:3 ENFRENTANDO CONFLICTOS: LA PAZ DE OBEDECER A DIOS

“Independientemente de la gravedad de los conflictos, sin importar si las personas se arrepienten o no, si nosotros nos evaluamos, confesamos nuestros pecados, nos arrepentimos y damos todos los pasos que Dios ordena para que logremos la unidad, si no la logramos, lograremos la paz con Dios y con nosotros mismos. La paz no se consigue cuando los demás quieren la paz sino cuando obedecemos al Dios de paz.”

Creo que si tuviera que resumir todo el libro lo haría con las siguientes palabras: Dios tiene la solución para todos nuestros conflictos y el poder para sanar todas las relaciones conflictivas, pero no todas las personas tienen el conocimiento bíblico y la voluntad y disposición para enfrentarlos bíblicamente.

No podemos solucionar conflictos con quienes eligen mantenerlos y cuando dos cristianos se someten a Dios y le obedecen, pueden superar todo conflicto. El conflicto es imposible de superar cuando una de las partes se niega porque, así como los conflictos se dan entre dos pecadores imperfectos, la reconciliación se da solamente cuando ambos pecadores se arrepienten.

En toda relación existirán conflictos, la vida incluye conflictos y si estos impiden las relaciones interpersonales saludables, el problema no está en los conflictos que experimentan, sino la falta de habilidad o la negativa de las personas para solucionar los conflictos. Los conflictos son problemas con solución y Dios siempre tiene una solución para todos los conflictos y no nos gusta o nos decepcionamos con las soluciones que Dios entrega, porque no siempre son las soluciones que nosotros nos imaginábamos y esperábamos.

No todos los conflictos tienen que ser confrontados, los más sencillos deben ser ignorados y debemos prepararnos bíblicamente con excelencia para aprender a vivir con las diferencias.

Algunos conflictos pueden ser evitados y tenemos la obligación de hacerlo, pero debemos aprender a enfrentar los que no hemos podido evitar.

Algunos conflictos que tienen que ser confrontados, por la actitud cristiana de humildad de ambos, pueden ser solucionados; mediante el perdón y la reconciliación las relaciones pueden ser restauradas.

En algunos conflictos pese a que demos todos los pasos bíblicos, por la negativa de la otra persona no lograremos la reconciliación. Pero pese a ello, debemos extender nuestra gracia y otorgar el perdón, aunque no resulte en la restauración de la relación, pero si en la paz personal por nuestro amor y actitud de humillación.

Cuando no es posible la reconciliación nuestro deber es alejarnos sabiamente para poder vivir pacíficamente.

Cuando se enfrentan los conflictos como Dios ordena, además de encontrar la solución, aunque no sea la que esperamos, el resultado será que tiene paz el ofendido que ha perdonado, el ofensor que se ha arrepentido. Así tenemos la paz con Dios que exige siempre el amor, la confrontación, el perdón y la restauración de la relación, solo cuando es saludable y posible.

Compromiso:

Señor, me comprometo a estudiar el libro DE LA DISCORDIA A LA CONCORDIA para conocer todo el proceso bíblico que Tú demandas y saber enfrentar los conflictos como tu ordenas.

LECTURAS BÍBLICAS: Isaías 26:3, Filipenses 4:6-7, Colosenses 3:17

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