Marzo 1
Transformación: Principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
1 CORINTIOS 9:24 SEÑOR: RESUELVO CONOCER CÓMO CORRER MI CARRERA CRISTIANA
“La vida cristiana es una carrera que fue diseñada por Dios. Por lo tanto, Él estableció la ruta, los requisitos, y entrega las ordenes sabias y esenciales para que experimentemos las hermosas consecuencias de correr la carrera comprendiendo todas sus reglas y demostrando nuestra total obediencia.”
Ningún maratonista responsable corre la carrera sin la debida preparación. Debe preparar su mente, sus emociones y su cuerpo. Debe conocer muy bien el recorrido, así como los requisitos que exigen los organizadores. Debe seguir todas las reglas o será descalificado.
El cristiano genuino quiere correr esta carrera de la vida cristiana con perseverancia y se deleita en conocer cómo debe correrla y se deleita mientras la va corriendo.
Observe la orden divina para todos: “Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.” (Hebreos 12:1-2)
Queremos no solo llegar a la meta sino disfrutar de la carrera pues mientras la vamos disfrutando y corriendo de acuerdo con las reglas, vamos disfrutando del éxito y finalmente vamos a dejar el legado que debemos dejar.
Recuerde este importante principio:
Quienes desean vivir la vida de éxito y legado que Dios espera deben correr la carrera cristiana de acuerdo con las reglas divinas.
Todos los que decidimos seguir al Señor y tomar la cruz, estamos en una difícil carrera cada segundo de nuestra vida. Debemos enfrentar el cansancio, muchas dificultades, pasaremos por momentos de fatiga, enfrentaremos desafíos y debemos decidir toda nuestra atención y energía, pero así es la carrera y debemos continuar corriéndola de acuerdo con las reglas establecidas. Tendremos trampas que evitar y tentaciones que enfrentar. Algunos corredores querrán hacernos tropezar y el público enemigo, como parientes y conocidos nos ridiculizarán y motivarán a abandonar la carrera. En otras palabras, tendremos tentaciones y posibles tropiezos, el cansancio nos afectará y por momentos enfrentaremos ansiedad, pero debemos seguir corriendo de la forma que Dios quiere.
Encontrará que algunos quieren correr la carrera a su manera ignorando las reglas divinas y le invitarán a que corra de la misma manera, haciendo pausas, jugando un momento con la tentación y no corriendo la carrera como manda el entrenador ni como exigen las reglas. Nunca siga a los que rompen las reglas, siga las reglas divinas ineludibles. Recuerde que el éxito pecaminoso o fuera de la moral cristiana y un legado de valores anti-Dios y antiética bíblica pueden dejar todas las personas, pero solo los hijos genuinos de Dios que viven obedientemente al Dios que le ha amado pueden vivir el éxito al estilo divino y dejar el legado que debe dejar todo salvado.
Compromiso:
Señor, resuelvo conocer las reglas que Tú has dejado para correr la carrera que debe correr todo salvado.
LECTURAS BÍBLICAS: 1 Corintios 9:24, Filipenses 3:14, Hebreos 12:1-2