Diciembre 24

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

SANTIAGO 4:13  JESUCRISTO ES EL SEÑOR, NO USTED.

“El cristiano es muy sabio si somete todos sus planes humanos a la voluntad del Dios soberano. Es un terrible error y un acto de presunción y orgullo hacer los mejores planes humanos, sin tomar en cuenta los planes del Dios soberano.”

Frente a nosotros tenemos un nuevo año y debemos asegurarnos de que Cristo no solo sea el Señor de nuestra vida sino también el Señor de todas las decisiones del nuevo año. Es muy fácil querer conducir nuestra vida de acuerdo con nuestras ideas y fundamentado en los deseos que queremos cumplir. Tratar de vivir sin tomar en cuenta a Dios y creyéndonos los capitanes de nuestra alma y los señores de nuestro destino es un serio error que nos producirá malas consecuencias. No debemos cometer el error de elegir la rebelión al Señor de nuestras vidas. Debemos decidir sujetarnos con alegría y fidelidad a las órdenes que Dios nos entrega y que nos permiten tener éxito y vivir en santidad.

Si desea que Cristo sea realmente Señor de su nuevo año no cometa los siguientes errores:

-Jesucristo es el Señor: no cometa el error de presumir y actuar como si usted fuera su señor.

Siempre que ignoramos o rechazamos las demandas que nos permiten vivir conforme a la voluntad divina y escogemos hacer lo que queremos o lo que otros nos dicen, sacamos a Cristo del trono en nuestras vidas que solo a Él le pertenece.

Si desea que Cristo sea realmente Señor de su nuevo año recuerde que:

-La vida es impredecible: no cometa el error de especular inocentemente.

Dios no nos ordena que vivamos cómo pájaros sin planificar y tampoco cómo señores de nuestra vida rechazando su guía y sus principios para hacer planes y cumplirlos a nuestra manera. Nos ordena que planifiquemos bíblicamente y no especulemos inocentemente.

No cometa el error de hacer planes sin tomar en serio a Dios. La vida es vacía y sin sentido cuando no tenemos a Dios o cuando teniendo a Dios no lo ponemos en la parte más alta de nuestra lista de lealtades. Si Jesucristo es el Señor de la vida y permitimos que sea el Señor de la nuestra y de todo nuevo año, entonces, la vida tiene sentido y podemos disfrutar de paz y seguridad aun en medio de un mundo donde domina la maldad.

Compromiso:

Señor, me comprometo a no querer tomar las riendas de mi vida en este nuevo año y vivir confiando en ti y no especulando sobre lo que haré o no haré en este nuevo año.

LECTURA BÍBLICA: Santiago 4:13

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