Mayo 24

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Cuadragésima sexta semana: principios de esperanza.

PROVERBIOS 13:1  LA RESPONSABILIDAD DE LOS HIJOS

“Los hijos deben saber que necesitan entrenamiento constante e integral de padres diligentes, pero también deben aprender que sea que los padres les entrenen o no, ellos son los responsables finales de su entrenamiento. Es responsabilidad de los padres modelar y enseñar, y de los hijos aprender y convertirse en un hijo sabio y saludable.”

No solo los padres son responsables de obedecer la orden divina de criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor sino también los hijos reciben la orden de someterse y obedecer a sus padres en todas las órdenes legales, bíblicas y sabias. Los hijos no son responsables de obedecer órdenes pecaminosas.

En forma natural los hijos aprenderán la maldad porque no es necesario enseñarla debido a la presencia de la naturaleza pecaminosa. El bien debe ser enseñado por los padres y aprendido por los hijos, pero la maldad fluirá en forma natural. No necesitamos dar clases de mentira, los niños aprenden sin que nadie les enseñe, pero sí necesitamos enseñarles a ser personas veraces y a vivir con honestidad e integridad y los hijos deben esforzarse por aprender y practicar.

Aunque la mentalidad atea y humanista enseña que no existe la maldad y el pecado, los hijos deben comprender con claridad que en el mundo existen la bondad y la maldad, y que podemos elegir vivir santa o pecaminosamente.

Para aprender a vivir sabia y responsablemente los padres deben enseñar y los hijos deben aprender a hacer lo que deben con eficiencia y a distinguir entre responsabilidad e irresponsabilidad. Los hijos deben saber que tienen la obligación de aprender de sus padres porque no saben cumplir tareas con excelencia y en forma sistemática. Ellos no han desarrollado habilidades para cumplir las labores que le corresponden y deben ser entrenados cotidianamente. La tendencia natural de la mayoría de los hijos será a no ordenar lo que desordenan y para ser responsables y ordenados, ellos deben ser entrenados para que lo hagan. Los hijos que desean ser triunfadores en la vida y vivir una vida realizada deben obedecer con alegría y someterse con sabiduría. Los hijos deben aprender a cumplir tareas, ordenar su desorden, cooperar, seguir instrucciones. Deben aprender a distinguir entre los juguetes y los adornos para que jueguen con juguetes y no con los adornos. Deben aprender a respetar los horarios para dormir y que por su mayor conocimiento, sus padres son los encargados de decidir entre lo que pueden o no deben comer.

Compromiso:

Señor, como hijo, me comprometo a amar a mis padres y someterme a ellos en todo lo que es legal, bíblico y sabio.

LECTURAS BÍBLICAS: Proverbios 13:1, Efesios 6:1-3

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