Abril 26
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Cuadragésima segunda semana: principios de esperanza.
DEUTERONOMIO 4:9 DECISIONES ERRÓNEAS QUE DESTRUYEN LA ESPERANZA
“Destruyen la esperanza de tener una familia sana y funcional quienes en vez de seguir el diseño divino para la vida familiar eligen comportamientos no bíblicos, errores y pecados que los convierten en disfuncionales.”
Las familias sanas no son sanas por casualidad. Las familias se tornan disfuncionales cuando los líderes no funcionan como Dios demanda que cumplan sus roles y no permitiendo así, el desarrollo de los niños. Los hijos de familias disfuncionales ven tantos errores y pecados que crecen en un mundo de desesperanza pues no los están preparando para que vivan vidas maduras.
Observemos algunas verdades que resultan de ignorar a Dios y sus principios y despreciar la ética cristiana en la vida de la familia:
No tienen ninguna esperanza de tener una familia saludable y, además, desarrollarán una familia conflictiva, los padres que creen erróneamente que por asistir a un templo y ser parte de una congregación, en su familia automáticamente actuarán sabiamente y evitarán la rebelión.
En forma natural pecamos y cometemos errores. No nacemos padres, ni en forma automática aprendemos la ética bíblica, nacemos con la capacidad de traer hijos al mundo, pero no de criarlos en la disciplina y amonestación que Dios exige. Para poder cumplir bíblicamente nuestra responsabilidad debemos admitir nuestra incapacidad y prepararnos.
Por favor, recuerde, ningún hijo vivirá una vida saludable naturalmente, todos necesitan ser entrenados bíblicamente y disciplinados amorosamente. La realidad nos muestra que existen jóvenes que son fieles asistentes a los templos y que están involucrados en muchas actividades y en sus hogares actúan errónea o pecaminosamente. La realidad nos muestra que existen padres que son funcionales en sus congregaciones, pero disfuncionales en sus hogares porque en sus familias no viven la fe que dicen tener. La realidad nos muestra que hay esposos y esposas, padres e hijos que cantan bien, oran mucho, adoran con devoción, pero en sus hogares tienen actitudes erróneas o actos de rebelión.
No existe ninguna posibilidad de que la familia sea funcional si quienes asisten a una congregación no han recibido instrucción o no han aplicado la sabia instrucción recibida o peor aun, si conociendo la verdad se resisten a vivirla.
Al sólo convivir con los hijos no los entrenamos. El entrenamiento de ellos es nuestra obligación y para hacerlo todo padre debe buscar una seria preparación y por ello los padres deben leer libros, tomar cursos sobre distintas temáticas relacionadas con la vida familiar. Cuando no saben cómo enfrentar los desafíos que presenta la crianza de los hijos, ellos deben buscar consejo bíblico, sabio y profesional. Recuerde que muchos pastores nunca han tomado cursos de entrenamiento en consejería familiar y nadie puede aconsejar bien y bíblicamente sin haber recibido instrucción profesionalmente.
Compromiso:
Señor, me comprometo a tomar las decisiones más sabias para prepararme para ser la persona que Tú quieres y ser parte de mi familia como Tú ordenas.
LECTURAS BÍBLICAS: Deuteronomio 4:9, Proverbios 22:6