Abril 9
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Cuadragésima semana: el desafío de enfrentar el maltrato con principios divinos.
SALMO 25:5 ESPERANZA: HACER LO QUE DIOS ORDENA Y CREER EN LO QUE DIOS ES
“La esperanza no es solamente un buen deseo de que ocurra lo bueno sino el estado de ánimo que surge debido a que estamos cumpliendo con excelencia la voluntad divina y creyendo con seguridad lo que la Biblia enseña sobre lo que realmente es Dios de acuerdo con la revelación divina y no de acuerdo con nuestra imaginación humana.”
A veces leer la Biblia es como tener mucho calor y echarse un balde de agua fría. Somos motivados a despertar y ver la realidad. La verdad es que, si usted la estudia, descubrirá que el fracaso y la decepción se encuentran en muchas de las historias relatadas y en muchas de sus páginas. Aunque no nos guste, el relato bíblico nos muestra la realidad, pero lo maravilloso es que, frente a cada frustración, decepción o desesperanza, existe una palabra de orientación, de esperanza y un Dios que nunca decepciona a nadie, aunque es difícil entenderlo cuando estamos en ese estado de ánimo en que se ha desvanecido la esperanza.
La palabra esperanza es maravillosa pues produce expectación, motiva al optimismo y no existe otra manera de tener la esperanza que tanto necesitamos sino conociendo lo que Dios ha revelado para los humanos y viviendo lo que Dios exige de ellos. Toda persona necesita esperanza pues cuando la tenemos podemos anticipar algo, esperamos algo mejor y quien no la tiene, vivirá decepcionado.
Dios es un Dios de esperanza porque Él nunca miente y todo lo que hace es para nuestro bien. Podemos tener total confianza en Él pues nunca cambia y todas sus promesas son verdaderas.
La esperanza es la confianza de lograr una cosa, la confianza de que se realice algo que uno desea, pero porque está dispuesto a hacer lo que Dios ordena y porque conoce lo que Dios realmente es. Es el estado de ánimo que surge cuando vemos como alcanzable lo que deseamos o vemos que lo que pretendemos es posible porque el estudio de la Palabra de Dios nos asegura que mientras seamos obedientes, sujetos a su voluntad y nos sometamos al Dios soberano y todopoderoso, obtendremos los beneficios que Dios ha planificado para nosotros. Quien tiene esperanza considera que puede conseguir algo o alcanzar un determinado logro, pero no es una espera vacía porque la persona tiene que asegurarse que hará todo lo que Dios le ordena para conseguir el objetivo que se traza. No podemos esperar conseguir lo que Dios nos ha prometido ignorando sus instrucciones.
En Teología la esperanza es una gracia o don de Dios; una virtud que nos permite confiar en que Dios hará lo mejor para nuestra vida, y con la ayuda de Él, con la obediencia a Él, conociendo sus principios y aplicando las leyes, los mandamientos, así como viviendo la ética que Él exige, alcanzaremos todo lo que Él ha prometido, aunque no sea lo que nosotros queremos o esperamos.
Compromiso:
Señor, prometo estudiar más tu palabra para saber con certeza lo que de mi esperas y lo que yo puedo con seguridad esperar de ti.
LECTURAS BÍBLICAS: Salmo 25:5, 1 Pedro 3:15