Marzo 18

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Trigésima séptima semana: De la discordia a la concordia, cómo aplicar la gracia para enfrentar los conflictos naturales de las relaciones interpersonales.

LUCAS 6:32-34 EDIFICÁNDONOS A NOSOTROS EN MEDIO DE LOS CONFLICTOS

“Nada destruye más nuestra vida que nuestro orgullo y falta de humildad al enfrentar conflictos. Cuando decidimos obedecer a Dios y usar sus principios en vez de los nuestras malas costumbres, damos buen testimonio a otros y nos edificamos nosotros.”

Pocas personas que enfrentan conflictos pueden ver que esa experiencia les ayudará a ser mejores. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la mayoría de los conflictos nos proveen de una oportunidad de crecimiento hacia la madurez. Pablo exhorta a los Corintios a ser imitadores de él, así como él imitaba a Jesucristo y Cristo aprendió obediencia en medio del sufrimiento. Actuando con misericordia cuando existen diferencias y gracia cuando nos han fallado, y con justicia para separarnos y alejarnos cuando la otra persona no quiere arrepentirse y se ha convertido en una persona tóxica para la relación.

Recuerde que Dios es soberano y tiene en mente siempre nuestro bien por lo tanto aún en medio de las conflictos quiere que aprendamos lecciones que nos edifiquen a nosotros. El más grande propósito de Dios para nuestras vidas no es nuestra comodidad, salud o riqueza, es que vivamos la vida fructífera y realizada que Él diseñó y en parte la vivimos cuando sabemos enfrentar conflictos y en medio de ellos edificamos a otros, nos edificamos nosotros y mantenemos la paz con Dios.  Su plan es mayor que los problemas y no es que nos conformemos a estilos de vida conflictivos, su plan es conformarnos a la imagen de su Hijo y por eso nos permite experiencias que cambiarán nuestra vida.

Los conflictos son una de muchas herramientas que Dios puede usar para desarrollar en nosotros Su carácter. Dios puede usar los conflictos de diferentes maneras y para otorgarnos diferentes enseñanzas:

Primero:

Dios no usa los conflictos para darnos una oportunidad de juzgar a nuestros hermanos, sino para que nos evaluemos nosotros y recordemos que tenemos debilidades y que somos humanos.

Segundo:

Dios no usa los conflictos para que intentemos resolveros con sabiduría humana exclusivamente, sino para que actuemos con sabiduría divina y sobrenaturalmente.

Tercero:

Dios no usa los conflictos para que descubramos de nuestros hermanos sus experiencias vergonzosas. Más bien Él puede usarlos para revelar nuestros hábitos y actitudes pecaminosas.

Si usted anhela ser un conciliador, si desea vivir como un líder pacificador debe practicar las enseñanzas que le comparto en todas sus relaciones interpersonales y no para que solo sea un lector de hermosos devocionales.

  • Cuando alguien le provoque, responda en amor y perdón.
  • Cuando alguien se demore en responder, practique la paciencia.
  • Cuando alguien peque, practique el perdón.
  • Cuando alguien falle, usted practique la gracias y la misericordia.
  • Cuando alguien se arrepienta realice la restauración.
  • Cuando alguien quiera continuar creando problemas aplique la justicia y practique la separación.

No debemos auto destruirnos en medio de los conflictos, debemos edificarnos en medio de ellos.

Compromiso:

Señor, prometo que en medio de los conflictos haré lo que Tú dices que me edifica.

LECTURAS BÍBLICAS: Lucas 6:32-34, 1 Pedro 3:15-16

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