Marzo 13
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Trigésima sexta semana: De la discordia a la concordia, cómo aplicar la gracia para enfrentar los conflictos naturales de las relaciones interpersonales.
EFESIOS 2:1-5 APLICANDO LA GRACIA RECIBIDA PARA EVITAR DESGRACIAS EN LA VIDA
“Ni en su vida congregacional, familiar, social o laboral el cristiano debe vivir en constante enemistad. No ha logrado la madurez por Dios exigida quien no se ha disciplinado para respetar a los demás regularmente extendiendo la gracia divina que ha recibido en forma gratuita y abundantemente.”
Dios nos ordena que en todo lo que hagamos sea de palabra o hecho lo hagamos bíblicamente porque solo de esa manera le damos la gloria que solo Él merece y que exige que le entreguemos en todo momento y en toda situación. Cuando actuamos o reaccionamos erróneamente, no le damos la gloria que Él ordena amorosamente. Cuando mantenemos relaciones de respeto con los que es posible y cuando con respeto, sabiduría, fortaleza y valentía nos separamos de las relaciones tóxicas, estamos aplicando la gracia de Dios recibida y evitamos desgracias en la vida. La gracia, el respeto, la forma civilizada con que tratamos las buenas y malas relaciones demuestra nuestra y nuestra moralidad. Recuerde que nosotros estábamos perdidos y la gracia de Dios nos alcanzó. Las palabras de Pablo concerniente a la maravillosa gracia que demostró Dios para darnos su salvación y la obligación que tenemos por la misma gracia que recibimos de vivir en unidad, son como flechas que deberían traspasar el corazón de quienes no han aprendido a ser dispensadores de la gracia que recibimos. Recuerde su condición anterior. Estaba muerto espiritualmente, vivía en pecado así como viven todos los que hoy desprecian o ignoran a Dios. Nuestro rey y señor, nuestro padre era el diablo quien sigue actuando entre quienes no quieren seguir a Dios. Pablo dice que todos nosotros vivíamos dominados por nuestras pasiones y no solo éramos objeto de la ira de Dios, sino que, además no podíamos vivir la vida de paz, santidad, responsabilidad y amor que ahora estamos obligados a vivir. Nosotros estábamos perdidos “Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. ¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!” (Efesios 2:4-5)
Cuando en los conflictos actuamos con respeto, sin maltratar, sin insultar, sin ser violentos y tratando de sanar relaciones o alejarnos de quienes deciden ser problemáticos, estamos extendiendo la gracia y sabiamente evitando desgracias.
Compromiso:
Señor, me comprometo a disfrutar de la gracia que me das y hacer todo esfuerzo por extender a todas las personas la misma gracia que de ti recibo. Me esforzaré por tratar con respeto a todos aun cuando enfrente conflictos.
LECTURAS BÍBLICAS: Efesios 2:1-5, Colosenses 3:12-17