Febrero 18

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Trigésima tercera semana: resoluciones bíblicas de discípulos obedientes.

PROVERBIOS 22:3  SEÑOR: RESUELVO CONVERTIRME SIEMPRE EN UNA PERSONA PROACTIVA

“Quienes no planifican su futuro y siempre viven en forma reactiva tienen una actitud negativa que les impide vivir la vida de éxito y legado que viven las personas sabias y proactivas.

Debemos ser sabios cuando tenemos que reaccionar frente a las situaciones que vivimos, pero no por eso somos reactivos pues los reactivos no planifican, solo reaccionan frente a lo que les ocurre. Los proactivos actuamos anticipadamente siempre que es posible y reaccionamos sabiamente cuando las circunstancias nos exigen una reacción.

Otro importante deber de quienes desean vivir la vida de éxito y legado prometida por Dios es el siguiente:

El deber de convertirnos en personas proactivas siempre y sabiamente reactivas cuando es esencial.

Proverbios 22:3 dice: “El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño.”

El proactivo es tan prudente que generalmente se anticipa a los hechos. La vida nos exige actuaciones y reacciones y no debemos elegir ser reactivos sino proactivos, es decir, personas que programan su vida y se anticipan a lo que puede ocurrir.

Las personas reactivas tienen dificultades para enfrentar los eventos de la vida porque son abrumados emocionalmente cuando enfrentan situaciones externas adversas. Frente a los desafíos, ellas dependen de lo que les ofrece el entorno y se mantienen en su zona de comodidad porque perciben los cambios como amenazas. Tienden a esperar para ver que ocurre con lo que los demás hacen, a quejarse de su entorno, pero no dan los pasos para realizar cambios. Tienden a enfocar en sus preocupaciones y no buscan posibles soluciones y en vez de vivir como personas optimistas tienden a ser pesimistas. Les acomoda culpar a los demás y no tienen iniciativa.

Ser proactivo es salir a buscar lo que uno desea y no esperar a que llegue por arte de magia, pues las oportunidades no llegan solas y el éxito tenemos que buscarlo.

Los cristianos proactivos buscan su propia autorrealización, entienden sus necesidades y deseos y todo lo someten a la voluntad divina. Ellos conocen sus fortalezas, sus debilidades, los recursos que Dios le ha dado y el poder de Dios que viene en su socorro cuando viven en obediencia. Estas personas proactivas tienen metas a corto y a largo plazo y se dedican a conocer cuales son los pasos intermedios para lograrlas. Los proactivos estamos listos a salir de nuestra zona de comodidad y tomar riesgos, pero bien pensados y cuando es esencial. Los proactivos tomamos el liderazgo de nuestra vida independientemente de lo que suceda a nuestro alrededor, nos dirigimos a metas más grandiosas con sabiduría y prudencia, asumimos nuestras responsabilidades y buscamos nuevas oportunidades. Somos positivos y evitamos la victimización, elegimos la creación en vez de la acomodación. No ven los problemas cuando ya los agobian, sino que se anticipan a los problemas que se pueden anticipar. Los proactivos toman la iniciativa, aprovechan su libertad de elegir y de actuar, son constantes en sus actuaciones y tienen claras cuáles son sus fortalezas y sus debilidades, confían en su potencial y capacidad para poder para enfrentar toda dificultad.

Compromiso:

Señor, me comprometo a ser siempre proactivo y reaccionar con sabiduría en el cumplimiento de mi deber, cuando las circunstancias me obliguen a responder.

LECTURAS BÍBLICAS: Proverbios 22:3; Eclesiastés 11:4

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