La alegría de cumplir mi deber: Conocer, vivir, enseñar y defender la verdad.

Como ministerio tenemos una inmensa responsabilidad y con el equipo la cumplimos con alegría y sabiduría pese a cualquier oposición. Jesús dijo que seríamos perseguidos por predicar la verdad y nos alegra cuando esto ocurre porque sabemos que a la mayoría pagana de este mundo, la verdad le duele.

Nos alegra influenciar. Con este equipo y nuestra fidelidad en el conocimiento, vivencia, enseñanza y defensa de la verdad alcanzamos a 11.400 personas en Tweeter, 12.436 en Instagram, 13.000 en Youtube y 146.407 en las páginas de Facebook. El video “Violencia en Chile y Ecuador: Nunca el cristiano debe ser rebelde” ha logrado 476.700 vistas y la suma de todos los videos publicados nos muestra que hemos llegado a millones de personas. Si a eso se suma más de 1000 estaciones de radio y televisión y Principios Congregación on line, se dará cuenta porque amamos este ministerio. Amamos a Dios, amamos la verdad y amamos a la gente, por eso ministramos.

Como líder cristiano mi deber es conocer las doctrinas, la ética bíblica, vivirla, enseñarla y defenderla. Una de las áreas de mi ministerio teológico es la apologética. Mi objetivo es defender la autoridad de la Palabra de Dios, el carácter de Dios y todas las doctrinas y ética cristiana. Debo realizar una defensa razonada de la verdad tal como si fuera un acusado que enfrenta un juicio y que responde a quien le está juzgando. En este caso, los que juzgan la ética y doctrinas cristianas son: enemigos de la fe, no cristianos que asisten a los templos y adoptan las formas religiosas, pero no comprenden las doctrinas o las atacan, los cristianos inmaduros que tienen ideas erróneas, etc. Mi deber es defenderla.

Cuando realizo una apología, no tengo la intención de convertir a las personas al cristianismo, mas bien es mostrar que la creencia en Cristo y la teología bíblica es racional, basada en razonamiento sólido e información objetiva, aunque sea despreciada por no educados o intelectuales. De ninguna manera mi intención es “probar” que el cristianismo es verdadero solo es declarar que es verdadero y que Cristo es el único camino, la única vida y la única verdad aunque nadie más lo crea.

Mi deber es cumplir mi labor de enseñar para entregar los fundamentos éticos y doctrinales de nuestra fe para que estén disponibles para los cristianos y cada persona decida si usa esos fundamentos o no.

-El deber del Espíritu Santo, convertirlo.

El Espíritu da vida a su conciencia y le convierte en hijo de Dios, usted no puede hacer nada. Dios salva a quienes Él ha llamado solo por su gracia. Pablo escribe: “Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a Dios: «¡Papá!» El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:14-16 (TLA)

-El deber mío es entrenarlo para que sepa cómo transformarse.

Pablo me ordena: “11 Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. 12 Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. 13 Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.” (Efesios 4: 11-13)

Debo entrenarle bíblicamente para que usted pueda realizar su transformación total. El creyente común no sabe cómo transformarse, no conoce al Dios de la Biblia, conoce al Dios de su imaginación. No conoce el significado de los términos bíblicos, conoce lo que el mundo le ha enseñado y lo que puede leer en un diccionario y define los términos a su manera. Definen compasión, misericordia, tolerancia, amor, etc. como los define el mundo, pero no de acuerdo a la revelación de las escrituras. Leyendo la Biblia el creyente no puede crecer en su fe, y no puede comprender las doctrinas, ni la ética puede aplicar porque no sabe interpretar. Es mi deber “perfeccionar a los santos” darle herramientas para que se convierta en maduro.

-Su deber es permitir el entrenamiento de líderes bíblicos que viven la verdad y apropiarse de ella.

Su deber es realizar la transformación mediante la aplicación de la verdad. La Biblia le ordena: “2 No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2 RVR)

La Biblia le ordena “transfórmese, no imite las ideas, filosofías de pensamientos, actitudes, lenguaje y comportamientos del mundo.” Para que conozca la diferencia entre su sistema de pensamiento y el del mundo, mi deber como líder es educarlo bíblicamente. El deber de los líderes es entrenarlo para que pueda tomar decisiones con fundamentos bíblicos bien comprendidos y el deber suyo es usar la información bíblica que tiene en su conciencia para realizar elecciones en todas las áreas de la vida.  Si no la usa, es su problema, si no la enseño, es mi problema. Mi deber es enseñarle la verdad sea que la use o no, sea que le guste o no. Si no le gusta las doctrinas, éticas, verdades y principios del cristianismo no es cristiano y la pregunta es ¿Qué hace dentro de las congregaciones? O ¿Por qué discute doctrinas, ética del cristianismo si usted no es cristiano o es un cristiano inmaduro que no entiende ni sus doctrinas, ni la ética bíblica?

-Su deber es entrar en un proceso de entrenamiento y aplicación de la verdad para convertirse en un cristiano maduro.

En un templo hay cristianos y no cristianos. Los cristianos genuinos aman ser enseñados porque aman a Dios y aman su Palabra. Pero dentro de las congregaciones hay enemigos de la fe o quienes son religiosos, pero no les importa ni la doctrina, tampoco la moral y se molestan y discuten, aunque están dentro de los templos. A ellos se les trata con amor que incluye gracia para aceptarlos tal como son, pero también con justicia y se les debe llamar por su nombre y tratarlos con la energía, fortaleza y la confrontación que merecen.

Mi deber es identificar a los enemigos, los seudo cristianos, los que hablan y discuten lo que no entienden y usan la Biblia para interpretar lo que ellos quieren que diga. Mi deber es llamarlos por su nombre. No debemos permitir que ignorantes o mal intencionados se metan a enseñar lo que no entienden. Pablo identificando a quienes enseñar lo que Dios no enseña, le dice a los filipenses: “Mis amados hermanos, pase lo que pase, alégrense en el Señor. Nunca me canso de decirles estas cosas y lo hago para proteger su fe. 2 Cuídense de esos «perros», de esa gente que hace lo malo…” (Filipenses 3: 1-2)

Pedro dice: “12 Esos falsos maestros son como animales irracionales que viven por instinto y nacen para ser atrapados y destruidos. Se burlan de lo que no entienden, e igual que animales serán destruidos. (2 Pedro 2:12)

Es triste, pero es verdad. Los creyentes nuevos o quienes están bajo un liderazgo con buena intención, pero mala preparación, viven en tal ignorancia de las doctrinas y ética bíblica que no saben detectar a los falsos maestros que la Biblia nos ordena identificar y nunca seguir. Es por eso que yo debo cumplir mi deber de enseñar la verdad y decir que solo el cristianismo bíblico tiene la verdad, que no existe otra verdad, que todo sistema de pensamiento enseña sus verdades relativas pero que son mentiras absolutas, mientras que es mi deber enseñarle a reconocer y despreciar las verdades relativas y que siga las verdades bíblicas que son absolutas.

No dejaré de enseñarle sobre doctrinas, teología, vida conyugal, familiar o vida laboral. Seguiré enseñándole sobre sexualidad, aborto, riqueza y pobreza. Le enseñaré sobre disciplina de los hijos, así como de finanzas, ofrendas o diezmos. Le guiaré en su noviazgo, matrimonio, divorcio y nuevo casamiento. Le guiaré para que elija la santidad y abandone la práctica del adulterio, fornicación y homosexualismo y le enseñaré a ser un buen ciudadano del Reino de los cielos y un buen ciudadano del reino de este mundo guiándole en cívica, ética y política. Guste o no guste, debo enseñar todo el consejo de Dios que incluye toda temática que es parte de la vida. Pablo cuando veía que se acercaba su muerte les dijo a los hermanos que él había dedicado su tiempo a predicarles todo el consejo de Dios. Lea las cartas apostólicas y verá la variedad de temática que enseña y ese es el ejemplo que imito. Note lo que el dice en su despedida:

25 “Y ahora sé que ninguno de ustedes, a quienes les he predicado del reino, volverá a verme. 26 Declaro hoy que he sido fiel. Si alguien sufre la muerte eterna, no será mi culpa, 27 porque no me eché para atrás a la hora de declarar todo lo que Dios quiere que ustedes sepan. 28 Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios—su iglesia, comprada con su propia sangre —sobre quien el Espíritu Santo los ha designado líderes. 29 Sé que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán al rebaño. 30 Incluso algunos hombres de su propio grupo se levantarán y distorsionarán la verdad para poder juntar seguidores.” (Hechos 20: 25-30)

Mi deber es enseñarle “Todo lo que Dios quiere que ustedes sepan.” Y Dios quiere que sepan todo sobre cómo vivir la vida cristiana en todos los aspectos para que se conviertan en personas maduras.

Su deber es dirigirse a la madurez. No puede madurar sin recibir entrenamiento de líderes sabios y bíblicos. Nadie madura cantando, nadie madura ayunando, nadie madura orando, nadie madura ofrendando o diezmando, nadie madura evangelizando, nadie madura predicando, nadie madura sirviendo. Solo maduramos cuando líderes sabios que viven la verdad, defienden la verdad, nos enseñan la verdad, y nosotros comprendemos la verdad, y la practicamos.

No existe cristiano maduro que mezcle su cristianismo y que acepte prácticas del machismo, comunismo, feminismo, progresismo, secularismo, animalismo, homosexualismo, ideologismo, etc. Quien lo hace, nunca ha conocido al Dios de la Biblia, solo conoce al Dios de su imaginación, o es un religioso emocionado pero no un cristiano genuinamente salvado. Puede ser un cristiano rebelde que vivirá disciplinado, un cristiano bebé espiritual que por sus líderes no ha sido entrenado, que ha elegido líderes no preparados o tiene líderes que le enseñan la verdad, pero se niega a aplicarla.

Yo seguiré enseñando y entrenado su conciencia en “Todo lo que Dios quiere que ustedes sepan.” Su deber es decidir si quiere aprender las verdades de un libro que es difícil interpretar y que debe ser interpretado por maestros bien preparados. Su deber es hacer lo que Dios quiere o puede elegir seguir haciendo lo que usted comprende y lo que le gusta y ser entrenado por líderes engañadores o por líderes bien intencionados, pero mal preparados.

Le invito a ser parte de nuestra congregación online y aprender todo el consejo de Dios todos los jueves y domingos a las 6 pm hora de California, 8 pm Colombia, 10 pm Chile.

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