Diciembre 23
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Vigésima quinta semana: navidad a la cristiana, una receta tomada de la Biblia.
ROMANOS 1:3-4 JESUCRISTO EL SEÑOR: IMPLICACIONES CORRECTAS DEL TÍTULO RECIBIDO
“NO debe ser nuestra imaginación sino la revelación la que nos diga que implica que Cristo sea el Señor y por ello no debemos imaginarnos lo que debemos comprender, debemos comprender lo que Dios ha revelado.”
Que Jesucristo haya sido designado como el Señor de toda la creación tiene serias implicaciones y no es un nombre más entregado a Jesucristo. Observemos algunas implicaciones de este título recibido:
-Primero, que Cristo sea declarado en la Biblia el Señor, nos asegura que Jesús es verdaderamente Dios.
El termino “Kurios” aplicado a Jesús en el Nuevo Testamento es la traducción al griego de la palabra Hebrea Jehová. En Lucas 2:11 los ángeles lo describen con este título: “Os ha nacido hoy en la ciudad de David, un salvador, que es Cristo el Señor.” El apóstol Pablo utiliza la profecía de Joel 2: 32 que dice: “Pero todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”
Cuando Jesús predicó las demandas del evangelio y como Señor estableció requisitos para seguirle, no todos decidieron hacerlo y cuando algunos se marchaban, Jesucristo preguntó a sus discípulos: ¿Ustedes también van a marcharse? Pedro respondió: Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”
Jesucristo es el Señor y debemos obedecerle durante todo el nuevo año.
-Segundo, que Cristo sea declarado en la Biblia el Señor, nos asegura que Jesús es verdaderamente la Autoridad Suprema del Universo y que no hay nada imposible para Él.
Jesucristo es el creador de todas las cosas y Él tiene todo poder, dominio y potestad. Como hijos de Dios debemos someternos a su señorío porque el poder de nuestro Señor es absolutamente ilimitado. Como Señor, Jesucristo tiene toda potestad en el cielo y la tierra y para que no duden eso comunica a los discípulos diciendo: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra” y a María, el ángel del Señor le confirma que no hay nada imposible para Él.
Porque Él verdaderamente es el Señor que demanda nuestra obediencia total, porque sabemos que no hay nada imposible para Él, y porque le amamos y Él nos ama, debemos obedecerle fielmente en el nuevo año. Cuando nos encontremos sin salida debemos recordar que estamos frente a una serie de grandes oportunidades brillantemente disfrazadas como situaciones imposibles para nosotros, pero no para nuestro Dios pues para Él no hay nada imposible.
Compromiso:
Señor, reconozco que verdaderamente eres Dios y Señor, y porque eres mi autoridad suprema me comprometo someter a tu escrutinio todas mis relaciones y situaciones.
LECTURA BÍBLICA: Romanos 1:3-4, Colosenses 1:15-19