Diciembre 16

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Vigésima tercera semana: navidad a la cristiana, una receta tomada de la Biblia.

1 PEDRO 1:18-20  LA AUTORIDAD DEL CORDERO DE DIOS

“En Belén nació el cordero de Dios que vino para ser sacrificado por nosotros y como Hijo de Dios presenta características únicas que nos revelan la verdad, no existe otro Dios y no existe otro mediador y no existe otro Salvador.”

Cada año a medida que nos aproximamos a la época navideña y al umbral de un nuevo año, tenemos una nueva oportunidad de reflexionar un poco más profundamente, no solo en la llegada del niño de Belén que nos trajo esperanza sino también como viviremos en la santidad que Él exige en el nuevo año. Es hermoso reflexionar sobre la vida de Jesucristo y no solo su extraordinaria existencia en el mundo, sino su relación íntima que nos ofrece. Es una gran oportunidad de meditar en el ministerio único, especial y excelente de nuestro Señor Jesucristo.

Esta temporada me confirma con hechos que las profecías bíblicas se cumplen, pues todas las que se realizaron con respecto a Jesucristo se cumplieron y nos llena de una esperanza segura que el regreso de Cristo no solamente es inminente, sino que es real y verdadero. A los humanistas no les interesa Jesús y por eso celebran la navidad sin Cristo. Algunos ya ni siquiera quieren decir “feliz navidad”, para no herir a los que no creen en Cristo y otros se ofenden si uno les dice. Pero realmente que ocurrió en Belén:

Nacía el único mediador capaz de cumplir con todos los requisitos divinos para el único sacrificio aceptable para nuestra salvación.

Nosotros no podíamos, pero Pedro dice: “Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados.”

Jesucristo fue el cordero de Dios, sin mancha ni contaminación que con su sacrificio paga por nuestros pecados. Pero también:

Nacía el único designado por Dios para ser el Rey soberano de todo el universo para que tenga toda la autoridad y dominio.

Nuestro Salvador es todo lo que Dios exigía para que sea el Dios hombre y el único capaz de cumplir los tres oficios en forma perfecta. El Catecismo Menor de Westminster hace la pregunta y nos entrega la categórica respuesta: "¿Qué oficios desempeña Cristo?" La respuesta: “Cristo, como nuestro Redentor, desempeña el oficio de profeta, sacerdote y Rey. Tanto en Su estado de humillación como de exaltación, Él es el mediador; Él toma su cargo".

Querer reinar en nuestras vidas de acuerdo con nuestras ideas, gustos o pensamientos es un acto de orgullo que Dios no soporta. Debemos reconocer que los salvados también somos débiles humanos que siempre debemos vivir sometidos al Dios soberano.

Compromiso:

Señor, me alegra que hayas cumplido con todos los requisitos para que seas el único y suficiente Salvador. Me comprometo a creer esta verdad y hacer mi esfuerzo por vivir sometido a mi Rey y Señor.

LECTURA BÍBLICA:1 Pedro 1:18-20

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *