Septiembre 18

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décimo primera semana: Los roles, funciones diseñadas por Dios para los miembros de la familia.

ECLESIASTÉS 4:9-12   LOS CÓNYUGES: UN HOMBRE Y UNA MUJER DISEÑADOS POR DIOS PARA QUE SE RELACIONEN ÍNTIMA E INTEGRALMENTE.

“La relación matrimonial fue creada por Dios con el propósito que un hombre y una mujer basados en los principios divinos desarrollen al máximo su potencial personal, se apoyen mutuamente y utilicen sus dones y talentos para planificar y alcanzar metas comunes y para el beneficio de la vida personal, matrimonial y familiar.”

Muchos se casan sin comprender ni el propósito divino para el matrimonio ni los roles que deben cumplir como cónyuge, padre y madre. Dios dio al hombre y la mujer la capacidad de establecer la relación más íntima y única que existe en las relaciones humanas. Los ateos, humanistas, mediocres, inmaduros y rebeldes a los principios divinos no pueden cumplir la función que Dios les ha encargado y si ambos cónyuges no comprenden lo que Dios exige, el propósito de la masculinidad y feminidad, la razón de la existencia del matrimonio y los roles que deben cumplir, la relación siempre será conflictiva. Es imposible tener una relación provechosa si un cónyuge elige no tenerla o decide no prepararse para cumplir su rol sabiamente. Pero, a pesar de esa errónea elección, el otro cónyuge aún puede vivir una vida productiva, valiosa, si sabe relacionarse como Dios ordena y vivir su vida basado en los principios divinos.

Si ambos cónyuges creen los siguientes principios bíblicos podrán ser lo que Dios demanda que sean:

-Creer que Dios determinó que el matrimonio sea una relación entre un hombre y una mujer que adquieren un compromiso de amarse hasta que la muerte los separe.

-Creer que ambos deben comprender la razón de su existencia; saber amarse a si mismo y amar a su cónyuge de la forma como Dios nos ama y nos exige.

-Creer que ambos deben hacer todo esfuerzo por cumplir el diseño divino y el propósito que Dios diseñó para la relación matrimonial.

-Creer que ambos tienen la obligación de conocer las diferencias que tienen por creación divina y aprender a vivir respetándolas y amándolas.

-Creer que ambos deben estudiar para conocer bíblicamente los roles que les han sido entregado y cumplir con alegría, amor y responsabilidad los deberes que resultan del rol que les ha sido asignado.

-Creer que para que la relación matrimonial funcione conforme al diseño divino, deben ser hijos de Dios que viven basados en principios bíblicos y cumplen con excelencia los roles que le han sido asignados.

Compromiso:

Señor, prometo invertir tiempo, dinero y esforzarme para estudiar, comprender y convertirme en el cónyuge que Tú demandas que sea.

LECTURA BÍBLICA: Eclesiastés 4:9-12

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