Septiembre 15

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décima semana: Dios, usted y la familia.

GÉNESIS 2:25  LA INTIMIDAD: LA COLUMNA QUE PERMITE LA CERCANÍA

“Una cosa es tener sexo en el matrimonio y otra muy distinta es tener intimidad tal como Dios la planificó. Cualquier substituto humano de la maravillosa planificación divina para tener la intimidad que Dios requiere que desarrollemos con sabiduría y prudencia, no solo es un error sino también un acto de desobediencia que de seguro traerá consecuencias.”

Dios reglamentó toda la vida del hombre y le dio propósito a cada parte de su cuerpo. Nada sobra, nada le hace falta para que su vida se desarrolle plenamente incluyendo su vida sexual de intimidad integral. Pero por la presión de nuestra naturaleza pecaminosa, cometemos pecados y serias equivocaciones. Dios no dejó su palabra para que la leamos sino para que la escudriñemos y no para que la memoricemos, sino para que la practiquemos y Él determinó que la vida sexual se desarrolle dentro del matrimonio y en forma integral.

Génesis 2 versículo 25 refiriéndose a la relación de Adán con su esposa Eva nos dice que “En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.” La relación de intimidad no produce vergüenza ni otorga libertad para el abuso. Los jóvenes deben obedecer el mandato divino de que las relaciones sexuales se practican exclusivamente dentro del matrimonio y prepararse ante de casarse para saber practicarlas conforme al diseño divino. Cuando ambos cónyuges se han separado sabiamente de sus padres y determinan que después de Dios nadie será mas importante que su cónyuge.  Si tienen el serio compromiso de amarse hasta que la muerte los separe, deciden que siempre tomarán decisiones basados en acuerdos bíblicos, entonces recién están listos para desarrollar la intimidad integral que Dios demanda.

Deben tener intimidad espiritual que es ausencia de pecado de ambos y comunión santa con Dios sin pornografía o relaciones adúlteras. Deben tener intimidad emocional pues la vida sexual no es solo un acto del cuerpo, también envuelve las emociones y ambos deben conocerse, respetarse, no herirse emocionalmente y demostrar su cariño y ternura. Y luego deben conocer las necesidades físicas sexuales mutuamente y respetarlas para que no sea un encuentro de cuerpos y momentos de sexo sino para que desarrollen lo que Dios diseñó, es decir, una relación de intimidad sexual integral.

Compromiso:

Señor, me comprometo a conocer el diseño divino para la vida sexual de intimidad integral en el matrimonio, para hacer todo esfuerzo para practicarla ahora en el matrimonio o cuando esté casado de la forma que Tú ordenas y como la has diseñado.”

LECTURA BÍBLICA: Génesis 2:25; 1 corintios 7:1-9

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