Septiembre 10

Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.

Décima semana: Dios, usted y la familia.

PROVERBIOS 24:3-4  SU CÓNYUGE: DESPUÉS DE DIOS, LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA.

“Los cónyuges cristianos deben determinar que, después de Dios, su cónyuge será la persona más importante de su vida, que se verán el uno al otro como Dios los ve y que se apoyarán espiritual, física y emocionalmente.”

Todo cónyuge cristiano debe determinar que después de Dios no existirá otra persona más importante en su vida que su cónyuge y que le juzgará de acuerdo con como Dios le ve. Aprenda estos principios para saber como evaluar a su cónyuge:

Primero: No vea ni juzgue a su cónyuge través de sus propios ojos.

Usted pensará, no existe otra manera de ver a mi cónyuge tengo que verlo con mis ojos, pero no me refiero a lo que ve sino a como juzga, lo evalúa y se relaciona con él o con ella.  Los hombres tendemos a ver a la mujer como si fuera otro hombre y las mujeres como si fuéramos iguales a pesar de que Dios nos hizo totalmente diferentes. No juzgue a su cónyuge de acuerdo a su forma de pensar sino como Dios piensa.

Segundo: No vea ni juzgue a su cónyuge a través de los ojos del mismo cónyuge.

Algunos cónyuges por temor o desconocimiento se convierten en esclavos dominados por los sentimientos, gustos y estados de ánimo de sus cónyuges. Ellos dejan de vivir porque comienzan a ver la vida y a vivir de la forma que el cónyuge le exige.

Tercero: siempre vea a su cónyuge a través de los ojos de Dios.

Podemos ver como Dios ve cuando obtenemos su sabiduría, cuando conocemos lo que el permite y prohíbe, cuando sabemos lo que Él espera de nosotros y de nuestro cónyuge y luchamos por cumplirlo. Así comprendemos las necesidades espirituales, emocionales y físicas de ambos y luchamos juntos por suplirlas. Si decide ver a su cónyuge como Dios exige: Primero: Se relacionará espiritualmente como Dios demanda.  Segundo: Respetará los sentimientos y emociones de su cónyuge como Dios espera y, Tercero: se relacionará con su cónyuge físicamente como Dios ordena, es decir, le respetará sexualmente, evitará todo abuso y violencia, y le tratará con cariño y ternura.

Compromiso:

Señor, me comprometo a evitar exigir lo que a mi me agrada y lo que a mi cónyuge le agrada, y lo que queremos y ordenamos que a ti te desagrada. Haré todo esfuerzo para conocer las diferencias, actuar con sabiduría y paciencia y verle como tú le ves, y elegir una relación de excelencia.

LECTURA BÍBLICA: Proverbios 24:3-4

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