Septiembre 6
Transformación: principios para transformar su vida en un año, un día a la vez.
Novena semana: Dios, usted y la familia.
1 Samuel 2:12-35 ¿ES USTED UN CRISTIANO GENUINO EN UNA FAMILIA CONFLICTIVA?
“Los padres no somos los únicos responsables de que nuestra familia sea conflictiva, pero todos los padres debemos asumir nuestra responsabilidad y prepararnos para que podamos establecer el ambiente bíblico preciso para que tengamos familias saludables.”
Los cónyuges, padres, hijos pueden convertirse en personas conflictivas, y crear familias en que uno, varios o todos sus integrantes, en vez de ser parte de la solución, son parte de los problemas.
Ponga atención a las siguientes advertencias si desea evitar crear una familia conflictiva:
-Desarrollarán una familia conflictiva los padres que crean erróneamente que en forma natural su familia se convertirá en una familia al estilo divino. En forma natural pecamos y cometemos errores. Debemos entrenarnos para ser padres al estilo divino.
-Desarrollarán una vida conflictiva los miembros de la familia que deciden ignorar a Dios. Ninguna familia puede cumplir el propósito de Dios si sus integrantes deciden ignorar a Dios y sus principios.
-Desarrollarán una familia conflictiva los padres que no llegan a acuerdos bíblicos sobre el desarrollo normal de la vida familiar. Ninguna familia puede convertirse en sana y funcional si ambos padres no llegan a acuerdos bíblicos y prácticos. Deben prepararse para practicar la moralidad bíblica y traspasarla a sus hijos.
En su lectura bíblica, ponga atención a la historia de el sacerdote Eli para no cometer los errores que él cometió:
Primero: Evite involucrarse excesivamente al punto de descuidarse de su vida y familia. Elí era un padre anciano, enfermo, despreocupado demasiado dedicado a su trabajo.
Segundo: Evite despreocuparse del comportamiento de sus hijos al punto de responder sin autoridad y sin firmeza cuando ellos tengan comportamientos pecaminosos. Los hijos de Elí eran sacerdotes, pero vivían como pecadores rebeldes y el padre no los confrontó como Dios demandaba.
Tercero: No sea rebelde, escuche con atención las reprensiones bíblicas, aplique los consejos recibidos y la ética por Dios exigida si desea honrar a Dios y evitar la disciplina divina. Tome cursos sobre la vida familiar cristiana y practique lo aprendido.
Cuarto: En la práctica demuestre con sus acciones que tiene más respeto por Dios que simpatía con sus hijos. Elí cometió el pecado de honrar más a sus hijos que a Dios.
Compromiso:
Señor, me comprometo a evaluar mi vida para determinar si en mi familia soy parte de las soluciones o de los problemas y a luchar con todas mis fuerzas para ser un cristiano genuino, que práctica realmente su fe y vive una vida saludable.
LECTURA BÍBLICA: 1 Samuel 2:12-35