Junio 17
SALMO 18:1-2 LO MARAVILLOSO DE NUESTRO DIOS AMOROSO Y TODOPODEROSO
¿Ha comprendido usted que es hijo de un Dios amoroso y todopoderoso?
En el Salmo 18, David nos enseña que tenemos un Dios justo que nunca hará ni permitirá nada malo y que, aunque seamos objeto de la maldad del mundo pecador que nos rodea, Él siempre mostrará su poder y protección aun en medio de la persecución. El salmista revela que la protección de Dios es ilimitada, nos dice que Él es nuestra fortaleza, un lugar seguro, la fuerza de nuestra salvación, nuestra roca, el escudo que se interpone entre nosotros y el peligro, y tiene todo el poder para defendernos. Pese al mal, nuestro deber es actuar bien y mostrar misericordia, pero a la vez integridad frente a la maldad. David en el versículo 25 dice: “Con el misericordioso te mostrarás misericordioso y recto con el hombre íntegro.”
La respuesta nuestra frente a nuestro Dios amoroso debe ser la respuesta de David: “Te amo Dios, fortaleza mía, roca mía y castillo mío, mi libertador, Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré, mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio… En mi angustia invoqué a mi Dios y clamé a él y me oyó desde su templo y mi clamor llegó hasta sus oídos.”
Carlos Vives
Jimena