“En las mismas condiciones ¿volvería a votar por el Señor Piñera?”
“Cuando un cristiano toma determinaciones basado en convicciones bíblicas, nunca se arrepiente de ellas. Así como tomó decisiones basado en convicciones que trajeron buenas o malas consecuencias, así también tomará la decisión de enfrentar los resultados basado en PRINCIPIOS y con un compromiso con la moral bíblica y la excelencia.”
Seria hermosa la vida si toda buena decisión nos produjera buenas consecuencias. A veces tomamos la decisión de ser íntegros en un trabajo y nos despiden. A veces tomamos la decisión de guiar a nuestros hijos basados en la moral bíblica y se convierten en rebeldes. El problema es que vivimos en un mundo caído y fallarán los hijos, los cónyuges y también los gobernantes. Hijos rebeldes también nacen de padres piadosos y nuestro deber no es tomar decisiones creyendo que siempre nos brindarán lo que esperamos, sino que tomamos las decisiones basados en los principios que tenemos, independientemente de los resultados. Tomamos decisiones basados en principios y con los mismos principios enfrentamos las consecuencias de lo que decidimos.
En otro escrito haré conocer mi posición sobre el matrimonio igualitario. Ahora solo quiero poner un poquito de sentido común en declaraciones y ataques que no lo tienen.
Debido a que como líder y ciudadano chileno llamé a votar por el señor Presidente Sebastián Piñera, es mi obligación explicar mi posición en este momento y aclarar lo que debería ser de sentido común, pero como para muchos, hoy el sentido común es el menos común de los sentidos, les hago conocer cual es mi posición. El sentido común debería indicarle que estoy en desacuerdo con todas las decisiones que desde el punto de vista bíblica son inmorales.
Una vez más repito lo que tantas veces he comunicado: Mis decisiones nunca son tomadas en base a las emociones, siempre lo hago fundamentado en convicciones. No voto ni oriento a las personas que respetan mi ministerio, basado en los gustos que tengo, el momento que vivo, por amistad o si alguien me cae bien o mal. La Biblia me ordena que sea sal y luz, que mis valores morales cristianos sean de influencia en la sociedad y que cumpla con todos mis deberes familiares, eclesiásticos, cívicos, políticos, sociales, etc.
Cuando pedí que no se votara por el Señor Guillier y que votáramos por el Señor Piñera lo hice basado en principios. Si hoy estuviera en la misma situación y frente a las mismas circunstancias, lo volvería a hacer. ¿Estoy arrepentido de brindarle mi apoyo? NO, ¿Actuó en todo como yo esperaba? NO.
Para ayudar a quienes cuestionan lo que es de sentido común, les recordaré un poco de la historia. Si me pregunta porque apoyé primero a Manuel José Ossandon la respuesta es sencilla, era en ese momento el candidato que se acercaba más a la lucha de valores que me caracteriza, no dije que tenía todos mis valores. Luego la crítica fue que yo era cambiante porque después apoyé a José Antonio Kast, sentido común y elemental Watson. Ya no estaba Manuel José y ahora apoyaba al candidato verdaderamente católico. Un hombre amante de su familia y de su doctrina y valores morales y dispuesto a defenderlos a pesar de todo ataque. Y luego me criticaron sin sentido común porque volví a cambiar y apoyé al presidente Piñera. La crítica era “usted no se decide, sigue cambiando.” Sentido común y elemental Watson, ahora no estaba mi candidato favorito José Antonio y solo tenía frente a mí dos opciones, una más mala que la otra, Señor Guillier o Señor Piñera.
Criticar el cambio es tan ridículo como criticar mi cambio de preferencia en las eliminatorias del mundial de fútbol. Elemental Watson, apoyé a Chile mientras competía y luego con alegría mi preferencia fue la selección Argentina. ¿Por qué? sentido común querido, ya no estaba Chile en competencia. Por lo mismo apoyé al Señor Piñera cuando su única competencia era alguien que por ser masón e izquierdista es un enemigo de la fe y la ética bíblica en su totalidad.
Quienes votaron por Guillier agradezcan a Dios que no fue elegido. Estaba contra todos nuestros principios. Hasta el ex Presidente de la República Ricardo Lagos Escobar, criticó al senador Alejandro Guillier por su idea de intercambiar con Bolivia mar con soberanía por territorio con soberanía. (24Horas.cl TVN 13.03.2018.)
Guillier no solo cree en el matrimonio igualitario, dice que además “Debemos asegurar que el respeto a la diversidad sexual y de género sea parte de los contenidos curriculares de los programas de estudio, en consonancia con manuales de convivencia escolar que apunten a asegurar el respeto al nombre social de cualquier integrante de la comunidad escolar y la diversidad de formas y expresiones de afectividad.” Con respecto al bus de la libertad que circuló en Chile dijo: “Cuando se incita al odio, al rechazo, a la marginación de personas que tienen el mismo derecho a vivir, realmente uno no puede ser neutral en esta materia”, el parlamentario aseguró que “realizarán los estudios respectivos para que en un futuro Gobierno puedan crear una ley que castigue la incitación al odio. Ese bus comunicó simplemente lo que dice la biología y este bus muestra que en Chile necesitamos una ley anti violencia.” Con respecto al aborto, el Señor Guillier dijo: “Soy un convencido de que en todas las causales son las propias mujeres quienes deben tomar la decisión.” (CNN CHILE 17.07.2017)
En ese momento la información era lógica y se informaba: “Chile: El pro vida Piñera y el abortista Guillier pasan a segunda vuelta de las presidenciales.” Las declaraciones eran: “Piñera: La constitución en Chile establece claramente que se protege la vida del que está por nacer. En consecuencia, yo creo que para cumplir nuestra constitución, tenemos que hacer una ley que proteja la vida del que está por nacer”. Por el contrario Guillier se mostraba como el continuador natural de Michelle Bachelet, la presidenta que apoyó más leyes contra la moralidad cristiana en la historia de Chile. Guillier continuaría con las políticas bacheletistas en contra de la vida y de la familia apoyando el aborto, el matrimonio con las uniones del mismo sexo; la ley de identidad de género y toda la influencia del mundo feminista.
Entre ese mal y el mal Piñera elegimos el mal menor. ¿Estoy arrepentido? por supuesto que “NO”, me gustan todas las decisiones del presidente por supuesto que “NO,” me disgustan la mayoría de sus determinaciones porque sus convicciones son contrarias a la fe que dice tener, esa es la realidad en el mundo. Nuestro papel no es “No elegir.” Nuestra labor es elegir a quien más se acerca a nuestros valores aunque cada vez es más difícil encontrar alguno y cuando lo encontramos, casi no tiene posibilidades de ser elegido pues católicos y evangélicos que dicen creer en Dios y la Biblia y dicen amar los valores cristianos, prefieren votar por las ofertas de ateos, comunistas, humanistas y progresistas.
Sentido común queridos, no elegimos pastor, elegimos presidente. Ninguno tendrá todos nuestros valores, algunos se acercarán en algo. Nadie cumple todas sus promesas y nadie, en ninguna relación o institución llega a ser todo lo que debería ser o lo que esperamos que sea.
Ponga atención a esta analogía: Cuando usted elige una persona para casarse, tiene muchas opciones y luego va en proceso de descarte hasta que llega a dos y allí elige a una. Si eligió su cónyuge basado en emociones y cuando la falsedad que es parte del proceso de noviazgo, es decir, cuando las personas tienden a ser lo que impresiona a la otra persona y no que realmente son como persona, seguramente habrá experimentado grandes decepciones. Cuando elegimos cónyuge basados en principios haremos la mejor elección entre los candidatos que tenemos pero le aseguro que nadie tendrá todo lo que esperó. Pese a sus buenos principios le puede tocar una mujer adúltera que no quiere abandonar su pecado y tendrá que despedirla. O puede tocarle un hombre cariñoso pero que no le gusta trabajar y lo tiene que confrontar. O puede tocarle alguien que le ama y es responsable, pero son muy diferentes. Nadie tiene todo lo que espera, pero los sabios que eligieron basados en principios tienen que utilizar los mismos sabios principios para decidir lo que harán con la nueva realidad que viven. Elegimos la mejor de las dos opciones entre dos malas opciones, y yo elegí y enseñé a elegir por principios y ahora, con la realidad que tenemos, con la persona que nos tocó, nos toca elegir qué haremos. Quítese de la mente la fantasía que alguien que usted elija en cualquier elección que realice será lo que usted espera que sea o que cumplirá todos los compromisos que deberíamos cumplir. Ni su cónyuge lo hace, tampoco su pastor, ni sus hijos, ni sus padres. Solo entienda que debe elegir la mejor opción mediante su votación y luego con su misma votación no volver a elegirlo, sentido común queridos.
Lo mismo nos toca cada vez que elegimos a las autoridades de nuestro país.
No existe forma de saber cuan sinceros son los candidatos y cuánto cumplirán de sus promesas de campaña. Estoy seguro que escogimos el mal menor entre dos males y lo grandioso de la política es que no solo tenemos la obligación de elegir a quien más se acerca a nuestros valores porque nadie tendrá todos nuestros valores, sino que también tenemos la opción de castigar su mal proceder y no volver a elegir a los candidatos que no han sido honestos en sus planteamientos.
Y se nos viene otra elección, estoy convencido que el único candidato que realmente lucha por sus valores morales y que no ha cambiado y que tiene más posibilidades de ser elegido que cualquier candidato evangélico, es José Antonio Kast. Es mi anhelo que sea un candidato presidencial y tendría posibilidades de ser elegido si nos unimos todos los católicos y evangélicos que realmente amamos la ética bíblica. Los católicos y evangélicos genuinos, no los religiosos fariseos, los que creen lo que dice su Biblia y lo practican, aquellos que creen que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, que solo existen dos sexos, que la práctica del adulterio u homosexualismo es pecado, que el feminismo es una desviación de la feminidad, que no es la persona sino Dios quien origina la vida y que debemos mantenerla hasta que Dios determine su término, que los terroristas, traficantes, incendiarios, destructores de la propiedad privada y los políticos, soldados, policías, pastores, sacerdotes corruptos deben ser perseguidos con todo el peso de la ley. Son genuinos practicantes de la moral bíblica, lo dice la biblia no yo, aquellos que creen que las fronteras de los países deben ser respetadas, que la inmigración no debe ser ilegal, y que no ayudamos a los pobres dándole una canasta de alimentos o una cuna para su bebe, ni cuando le damos incentivos económicos que le motivan a no trabajar en vez de producir sino cuando le damos fuentes de trabajo con sueldos justos y le enseñamos la moral bíblica que permite que un adúltero, dependiente de drogas, violento, flojo, cambie radicalmente y se convierta en una persona transformada responsable, respetable, justa, confiable, integrada, solidaria y amorosa. Ese tipo de católico y evangélico que cree lo que la Biblia enseña sobre la ética divina, nunca votará por un ateo, agnóstico, humanistas, comunista, y progresista de derecha o izquierda. Y cuando su única opción es elegir entre dos males, siempre elegirá el menor de los males.
Esteban Mendoza Neira.
Diego Alejandro Rojas Torrealba
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